Naciones Unidas ha registrado más de 7.000 casos de abuso a los derechos humanos.
Incluyen desde violaciones a mujeres a reclutamiento forzoso de
menores, y son perpetrados contra los civiles de la República
Democrática del Congo (RDC) que huyen del conflicto en el noroeste del país. Esta altísima cifra se ha alcanzado en tan sólo cuatro meses.
Además, las agencias de Naciones Unidas presentes sobre el terreno
saben con certeza que no representa la totalidad de los casos "dado la
vergüenza, el miedo o la imposibilidad de denunciarlos", afirmó en rueda
de prensa Andrej Mahecic, portavoz del Alto Comisionado de Naciones
Unidas para los Refugiados (ACNUR).
"Los incidentes a los que hacemos referencia incluyen asesinatos sumarios e indiscriminados de civiles, violaciones y otros abusos sexuales, destrucción de propiedad, arrestos arbitrarios, extorsiones de comida y dinero, reclutamiento militar forzoso, incluyendo a niños, y violencia de motivos étnicos", agregó Mahecic. La zona oriental de la RDC vive constantes enfrentamientos entre el Ejército y rebeldes del M23. Éstos, levantaron hace 4 meses para protestar por la pérdida de poder que había impuesto el Ejecutivo de Kinshasa a su líder y reclaman nuevas negociaciones con el Gobierno.
Mahecic señaló que el conflicto en el noreste del país "se lleva a cabo sin ningún respeto por la seguridad de los civiles y en clara violación de los principios humanitarios". El ACNUR calcula que cerca de 470.000 congoleños de la zona oriental del país se han visto forzados a abandonar sus hogares desde abril, unos 220.000 desde la región de Kivu del Norte, y otros 200.000 de Kivu del Sur. De ellos, 31.600 están refugiadas en Uganda y otros 19.400 en Ruanda. En total en toda la República Democrática del Congo (RDC) hay 2,2 millones de personas desplazadas. "En Uganda, muchos de los jóvenes congoleños que llegaron nos dijeron que estaban huyendo de reclutamientos forzados", afirmó Mahecic. También señaló que muchos de los huidos confirman haber visto niños y adolescentes obligados a unirse a las fuerzas rebeldes.
El M23 lo forman un grupo de soldados congoleños amotinados fieles al rebelde Bosco Ntaganda, buscado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra. Ntaganda, que cuenta con un amplio historial de motines, se integró hace dos años en el Ejército de la RDC al contribuir a la pacificación de Kivu del Norte tras ayudar a la detención, en 2009, de Laurent Nkunda, exseñor de la guerra y antiguo general del Ejército local.
Fuente: EFE
Foto: Phil Moore (AFP)
"Los incidentes a los que hacemos referencia incluyen asesinatos sumarios e indiscriminados de civiles, violaciones y otros abusos sexuales, destrucción de propiedad, arrestos arbitrarios, extorsiones de comida y dinero, reclutamiento militar forzoso, incluyendo a niños, y violencia de motivos étnicos", agregó Mahecic. La zona oriental de la RDC vive constantes enfrentamientos entre el Ejército y rebeldes del M23. Éstos, levantaron hace 4 meses para protestar por la pérdida de poder que había impuesto el Ejecutivo de Kinshasa a su líder y reclaman nuevas negociaciones con el Gobierno.
Mahecic señaló que el conflicto en el noreste del país "se lleva a cabo sin ningún respeto por la seguridad de los civiles y en clara violación de los principios humanitarios". El ACNUR calcula que cerca de 470.000 congoleños de la zona oriental del país se han visto forzados a abandonar sus hogares desde abril, unos 220.000 desde la región de Kivu del Norte, y otros 200.000 de Kivu del Sur. De ellos, 31.600 están refugiadas en Uganda y otros 19.400 en Ruanda. En total en toda la República Democrática del Congo (RDC) hay 2,2 millones de personas desplazadas. "En Uganda, muchos de los jóvenes congoleños que llegaron nos dijeron que estaban huyendo de reclutamientos forzados", afirmó Mahecic. También señaló que muchos de los huidos confirman haber visto niños y adolescentes obligados a unirse a las fuerzas rebeldes.
El M23 lo forman un grupo de soldados congoleños amotinados fieles al rebelde Bosco Ntaganda, buscado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra. Ntaganda, que cuenta con un amplio historial de motines, se integró hace dos años en el Ejército de la RDC al contribuir a la pacificación de Kivu del Norte tras ayudar a la detención, en 2009, de Laurent Nkunda, exseñor de la guerra y antiguo general del Ejército local.
Fuente: EFE
Foto: Phil Moore (AFP)
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