Sudáfrica, el país que alberga el mayor número de seropositivos, la sexta parte de los enfermos de todo el mundo, ha lanzado una ambiciosa campaña para impedir la transmisión del virus y para tratarlo, una medida que ha sido elogiada por el Programa conjunto de Naciones Unidas para el Sida (ONUSIDA). Así, la campaña pretende hacer la prueba del sida a 15 millones de personas hasta el año que viene, así como dar tratamiento antirretroviral a 1,5 millones de personas hasta junio de 2011.
Casi seis millones de personas, es decir, el 18% de todos los adultos, viven con sida en Sudáfrica, el mayor número de enfermos en un país en todo el mundo. "Sudáfrica puede romper la trayectoria de la epidemia del sida", afirmó el director ejecutivo de ONUSIDA, Michael Sidibé, que, junto con unas 2.000 personas, asistió a la inauguración de la campaña, a manos del presidente, Jacob Zuma, en el norte del país.
"Esta campaña promete ser el equivalente de la de 'verdad y reconciliación' en la respuesta del país hacia el sida", indicó, en referencia a los esfuerzos por reconciliar al país después del apartheid. Uno de los principales desafíos en Sudáfrica a la hora de aumentar el tratamiento es el elevado precio de los antirretrovirales, que son un 30% más caros que la media del precio global, por lo que ONUSIDA también elogió la medida gubernamental de reducir el coste del tratamiento.
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