El 90% de los menores chilenos de entre 12 y 15 años, que viven en las zonas afectadas por el terremoto del 27 de febrero, tenían secuelas psicológicas un mes después del sismo, según un estudio de Unicef realizado a 360 menores. Tras la catástrofe, el 37% de los adolescentes se despertaban durante la noche, el 31% prefería no quedarse sólo en su casa, el 27% no quería estar lejos de sus padres, el 21% tenía pesadillas y el 17% necesitaba quedarse dormido con un adulto cerca, son alguno de los datos más significativos del documento 'La voz de los niños, niñas y adolescentes: terremoto en Chile'.
El representante de Unicef en Chile, Gary Stahl, ha explicado que este estudio pretende ser "un aporte para que las nuevas generaciones incorporen este hecho como parte de su vida y que no signifique un hecho traumático para ellos". Casi todos los menores (98%) recuerdan el momento en que ocurrió el terremoto y sólo un 2% estaba dormido, pese a que tuvo lugar pasadas las 3:30 de la madrugada de un sábado, en su mayoría estaban acompañados por su madre (83%), sus hermanos (71%) o su padre (65%). El 88% dice que tuvo miedo durante el temblor, aunque sólo cuatro de cada diez reconoce que sintió "muchísimo susto".
Según Unicef,estos datos confirman que los menores necesitan apoyo psicológico, y para ello está desarrollando la campaña 'Rearmemos la vida de los niños y niñas', con mensajes y recomendaciones dirigidas a los padres, a los menores y al personal que trabaja con ellos.
Fuente y foto: EFE
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