El trabajo, que la organización elabora anualmente desde 1995, analiza en 220 páginas tanto los casos de racismo social entre particulares documentados por SOS Racismo y los medios de comunicación, como el desarrollo de las políticas relativas a los extranjeros y la situación global del pueblo gitano tanto en España como en Europa. De sus conclusiones se desprende que la crisis económica no ha desencadenado un aumento del racismo, aunque éste es una de sus "consecuencias", porque la tesitura ha sido aprovechada por la clase política para instalar un discurso "velada o abiertamente xenófobo" que "focaliza en la inmigración las frustraciones y los problemas". Esta situación "puede ser irreversible", alertó la organización.
Este "racismo institucional" que según SOS Racismo, en Europa encabezan Italia y Francia, en España se "materializa" con el "cambio de discurso del Gobierno y la propuesta de nuevas leyes". Según el informe, el PSOE en esta Legislatura "ha apostado por mostrar su cara más xenófoba y conservadora (...) perpetuando un modelo injusto e ineficaz" que pone trabas a la entrada regular y deja la gestión de las fronteras en manos de países que "no ofrecen garantías". A juicio de la organización, esta política "no es inteligente porque no tiene perspectiva de futuro", porque establece divisiones sociales creando "categorías distintas" de ciudadanos en función de su nacionalidad y su situación administrativa. Además, denuncian que es "profundamente utilitarista" porque "en el mejor de los casos" el inmigrante es considerado como "mano de obra barata".
Política de Extranjería
En esta línea, Ramírez criticó la propuesta de reforma de la Ley de Extranjería, que "intenta hacer creer que amplía derechos", el tratamiento que reciben en España los menores inmigrantes no acompañados, la "persecución policial" de los extranjeros y la situación de los Centros de Internamiento, así como la "falta de interés" de la Administración por proteger a las víctimas de racismo.
Sin embargo, SOS Racismo incidió en que no sólo los inmigrantes se encuentran en esta situación. La organización asegura que 2008 fue "el peor año" para la población gitana porque se pasó "del olvido a la persecución", especialmente en Italia, mientras entre la sociedad se desarrollaban recelos hacia el colectivo. Así, Ramírez explicó su "preocupación" por los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que reflejan que un 59 por ciento de los españoles "no tiene simpatía" por el colectivo gitano, por lo que la organización pidió al Gobierno un esfuerzo en políticas de ciudadanía e integración.
Fuente: Europa Press
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