Estadísticas

Buscar este blog

viernes, 22 de mayo de 2009

El vudú delata al tratante de mujeres

Los pelos estaban en una bolsa de plástico, envueltos en papel de periódico, con el nombre de las chicas anotado. Servían para atemorizar con ritos vudú a sus propietarias, una veintena de mujeres, y constituyen una de las pruebas de cargo más contundentes contra los integrantes de la red de trata desarticulada ayer por la policía. La operación se desarrolló en Madrid, Sevilla, Badajoz, Palma de Mallorca, Huelva y Gijón. La policía detuvo a 23 personas, la mayoría nigerianas. La investigación comenzó tras la denuncia de una víctima.

El rito vudú, muy extendido en Nigeria, consiste en tomar partes del cuerpo de una persona (pelos, uñas) y mezclarlas con sangre. La persona a la que se le ha hecho el rito se ve así atrapada por el brujo. Considera que su alma le pertenece y que tendrá que hacer todo lo que le digan si no quiere morir. De esta forma, los proxenetas conseguían que las mujeres ejercieran la prostitución contra su voluntad y les dieran todo el dinero que ganaban.

El viaje comenzaba en Nigeria. Captaban a las mujeres y las acompañaban desde la República de Benín o Níger. Tras un duro trayecto llegaban a Libia. Allí eran trasladadas a pisos patera a la espera del momento propicio para saltar en cayuco hasta Italia, y desde allí a España.

Es difícil probar la trata de mujeres con fines de explotación sexual. A veces, la policía sólo tiene testimonios de las víctimas, y eso no siempre sirve ante un juez. Por eso la operación de ayer ha resultado “redonda”, en palabras de los agentes. “Hemos encontrado muchas pruebas que demuestran la relación entre los integrantes de la red y la explotación que ejercían sobre las mujeres”, señaló ayer una fuente policial. Entre esas pruebas, libros de contabilidad con los nombres de las chicas y el dinero que ganaban, material informático y los mencionados pelos para el rito vudú.

Según fuentes policiales, la operación ha servido además para detener la salida de Libia de otro grupo de mujeres. La investigación ha desvelado además otra realidad frecuentemente asociada a las redes de trata, la de los matrimonios blancos. Los miembros de la banda pagaban más de 2.000 euros a españoles a cambio de que se casaran con ellos para legalizar su situación. Para ello la red proporcionaba documentación falsa que luego se presentaba en los registros civiles. “En ocasiones hemos llegado a ver falsificaciones de los cursillos prematrimoniales y libros de familia. Suelen recurrir a gente del mundo marginal a la que pagan por el casamiento. A veces incluso se ha detenido a sacerdotes que casaban de forma altruista”, señala la misma fuente.

La operación sigue abierta. En los calabozos, algunas de las personas detenidas seguían realizando ritos vudú. Los agentes vieron una bolsa utilizada en estos ritos con la frase “protección contra la policía”.

Publicado en el diario El País
Autor: Álvaro de Cózar

No hay comentarios: