La actriz porno estadounidense infectada con VIH da la cara

Los casos de sida en la industria del porno comiezan a ser habituales hasta cierto punto. Lo menos común es que el propio afectado decida dar un paso al frente e identificarse. Es el caso de la actriz conocida como Cameron Bay, una estrella del gremio que ha causado revuelo en Los Ángeles al anunciar que fue ella la persona que provocó que se paralizaran los rodajes en el Valle de San Fernando por unas horas. Bay dio positivo en las pruebas del sida que se realizan con regularidad en la industria. La afectada, una joven de 29 años de edad con antecedentes penales, no sólo confirmó que se ha contagiado del virus, sino que dio datos del hombre con el que tuvo sexo en su última película y que a su vez mantuvo relaciones con otra mujer, Sidney Leathers, en una cinta que se acaba de estrenar y que se nutre del morbo por el caso del ex congresista y candidato a la alcaldía de Nueva York, Anthony Weiner, Weiner and Me.


Leathers, quien se ha sometido a tres pruebas del sida tras conocer la noticia (todas ellas negativas), fue una de las mujeres que intercambió textos de carácter sexual con Weiner. La estrella del porno envió un comunicado a través de la Free Speach Coalition, la principal asociación del sector, en el que confía en que ninguno de sus compañeros hayan resultado afectados por su situación. "Estoy dispuesta a hacer todo lo posible para escuchar a los profesionales médicos. Después de eso, mi plan a largo plazo es cuidarme".

Mark Schechter, el representante de Bay, indicó que su clienta "es una ciudadana modelo que ha actuado de forma responsable en estos momentos difíciles. Su valor debería ser aplaudido". Según ha podido saber el Daily Mail británico, Bay ha enfrentado un total de 17 cargos en el pasado, habiendo pasado más de un año en prisión en Arizona. Antes de dar el salto al cine para adultos, participó en un reality show para el canal VH1 en 2009, concursando junto a su novio de los últimos 10 años en una especie de campamento donde las parejas trataban de salvar sus relaciones sentimentales ante las cámaras.

Publicado en el diario El Mundo
Autor: Pablo Scarpellini