Al menos 31 personas han muerto y otras 3.000
se encuentran infectadas por un brote de cólera declarado en Tanzania
entre los refugiados procedentes de Burundi, en lo que la agencia de
Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, considera como "una
preocupante complicación adicional" a una situación ya de por sí
dramática. Más de 100.000 personas han escapado de Burundi desde principios
de mayo hacia Tanzania -que alberga a la mayoría, unos 65.000-,
Ruanda, Uganda, y República Democrática del Congo, por la violencia
política reinante en su país, donde el presidente Pierre Nkurunziza ha
lanzado un órdago a la oposición al declarar su intención de optar a un
tercer mandato. El Constitucional le ha dado la razón pero la oposición
dice que la Carta Magna y el acuerdo de paz de Arusha limitan a dos
los mandatos.
La epidemia se concentra en las localidades de Kagunga, Nyarugusu y, sobre todo, en la ciudad portuaria de Kigoma, a orillas del gigantesco lago Tanganika, donde el continuo desplazamiento en ferry de contagiados ha provocado la rápida expansión de la enfermedad, según el portavoz de ACNUR, Adrian Edwards. "Hasta el momento se tiene constancia de unos 3.000 casos pero estamos registrando entre 300 y 400 nuevos casos al día, particularmente en Kagunga y zonas adyacentes", ha hecho saber Edwards, quien ha recomendado la puesta en marcha de medidas de precaución contra el consumo de agua contaminada, el principal factor de transmisión de la enfermedad.
Kagunga es una región con escaso acceso al agua potable, cuyos residentes suelen beber directamente de las aguas del Tanganika, de ahí que parte de esa ciudad sea considerada como una "zona de cólera endémica". Para intentar paliar los efectos de la enfermedad, ACNUR y el Ministerio de Salud de Tanzania han creado un equipo de primera respuesta que se desplazará a los cetros de tratamiento en Kagunga y Kigoma. Precisamente en el estadio de esta ciudad se encuentran cientos de personas recibiendo atención por graves casos de diarrea. Además, otros 15.000 afectados se dirigen al campo de refugiados de Nyagyrusu, donde les esperan equipos médicos con grandes cantidades de suero y agua potable para acelerar la rehidratación de los afectados. Según ha precisado ACNUR, los fallecidos son 29 refugiados y dos residentes locales.
Fuente: Europa Press
La epidemia se concentra en las localidades de Kagunga, Nyarugusu y, sobre todo, en la ciudad portuaria de Kigoma, a orillas del gigantesco lago Tanganika, donde el continuo desplazamiento en ferry de contagiados ha provocado la rápida expansión de la enfermedad, según el portavoz de ACNUR, Adrian Edwards. "Hasta el momento se tiene constancia de unos 3.000 casos pero estamos registrando entre 300 y 400 nuevos casos al día, particularmente en Kagunga y zonas adyacentes", ha hecho saber Edwards, quien ha recomendado la puesta en marcha de medidas de precaución contra el consumo de agua contaminada, el principal factor de transmisión de la enfermedad.
Kagunga es una región con escaso acceso al agua potable, cuyos residentes suelen beber directamente de las aguas del Tanganika, de ahí que parte de esa ciudad sea considerada como una "zona de cólera endémica". Para intentar paliar los efectos de la enfermedad, ACNUR y el Ministerio de Salud de Tanzania han creado un equipo de primera respuesta que se desplazará a los cetros de tratamiento en Kagunga y Kigoma. Precisamente en el estadio de esta ciudad se encuentran cientos de personas recibiendo atención por graves casos de diarrea. Además, otros 15.000 afectados se dirigen al campo de refugiados de Nyagyrusu, donde les esperan equipos médicos con grandes cantidades de suero y agua potable para acelerar la rehidratación de los afectados. Según ha precisado ACNUR, los fallecidos son 29 refugiados y dos residentes locales.
Fuente: Europa Press
No hay comentarios:
Publicar un comentario