Las portavoces de las cinco familias
lingüísticas de Paraguay denunciaron hoy "la triple discriminación que
sufren por ser mujeres, indígenas y pobres", tras concluir el histórico
Primer Encuentro Nacional de Mujeres Indígenas celebrado en la capital.
La reunión Defensoras de la identidad y la vida contó con la presencia
de 120 representantes paraguayas, quienes, junto a ponentes de otros
países suramericanos, debatieron sobre la discriminación que sufre el
colectivo y redactaron la Declaración de Asunción. El documento destaca que esa triple discriminación crea exclusión en
la sociedad y conflictos en el interior de las comunidades indígenas. La
declaración expresa también su preocupación por los obstáculos para la
restitución de las tierras ancestrales de todos los pueblos indígenas
del país y el derecho a la tierra de las comunidades urbanas.
"Somos afectadas directamente por la deforestación, la falta de agua, el envenenamiento y contaminación, la depredación de nuestros recursos naturales, la criminalización de las luchas por la tierra, que traen como consecuencia la carencia de alimentos, enfermedades y el empobrecimiento en todos los niveles de la vida de nuestras familias", reza el texto. "Si no hay derechos de las mujeres indígenas no hay derechos humanos", afirmaron en la nota donde exigen que se implementen medidas de políticas públicas para dar cumplimento a todas las recomendaciones sobre derechos humanos de las mujeres indígenas provenientes de organismos internacionales.
Las líderes consideran necesario "dotar de presupuesto adecuado y pertinente" al Instituto Paraguayo del Indígena (INDI) con el objetivo de ejecutar planes y proyectos para los pueblos y mujeres indígenas hasta tanto se cree un Ministerio de Pueblos Indígenas, otra de las principales demandas. Las portavoces indígenas llegaron a este histórico primer encuentro nacional tras un largo proceso de diálogo, reflexiones y consensos con el anhelo de instalar un espacio de construcción de pensamiento y acciones que conduzcan al fortalecimiento de los pueblos indígenas en general y en especial de las mujeres indígenas. Durante tres días, las conferencias y los talleres organizados en el Seminario Metropolitano de Asunción abordaron los principales problemas que afectan a las indígenas paraguayas que denuncian que como mujeres son víctimas de discriminación dentro y fuera de sus comunidades.
Tina Alvarenga, de la Articulación de Mujeres Indígenas del Paraguay, dijo que la ausencia de educación, ligada a la discriminación, influye también en la falta de oportunidades en los puestos públicos para las mujeres indígenas. Así, según Alvarenga, en todo Paraguay solamente hay cinco mujeres indígenas que ejerzan de concejales, tres de las cuales participaron en el encuentro. Destacó también que la pobreza es uno de los principales males que aquejan a los pueblos indígenas paraguayos, que se reparten en cinco familias lingüísticas: guaraní, mataco–mataguayo, zamuco, lengua maskoy y guaicurú.
Del total de 116.000 nativos censados este año, un 76% viven en situación de pobreza extrema, según datos del INDI. "No fuimos pobres, sino empobrecidos", dijo Alvarenga, quien hizo hincapié en el racismo latente en la sociedad paraguaya hacia los indígenas. "Más allá de la discriminación, hay racismo, que tiene que ver con cierto etnocentrismo, ya que al paraguayo le cuesta admitir que también tiene raíces indígenas", señaló. Sin embargo, Alvarenga recalcó que el hecho de que se celebre el encuentro y que esté organizado por mujeres constituye un hito en sí mismo. "Es un logro porque comenzamos a ser protagonistas de nuestro propio proceso. Estamos comenzando a escribir nuestra propia historia y por tanto a ser dueños de nuestro propio destino", añadió.
Fuente: EFE
"Somos afectadas directamente por la deforestación, la falta de agua, el envenenamiento y contaminación, la depredación de nuestros recursos naturales, la criminalización de las luchas por la tierra, que traen como consecuencia la carencia de alimentos, enfermedades y el empobrecimiento en todos los niveles de la vida de nuestras familias", reza el texto. "Si no hay derechos de las mujeres indígenas no hay derechos humanos", afirmaron en la nota donde exigen que se implementen medidas de políticas públicas para dar cumplimento a todas las recomendaciones sobre derechos humanos de las mujeres indígenas provenientes de organismos internacionales.
Las líderes consideran necesario "dotar de presupuesto adecuado y pertinente" al Instituto Paraguayo del Indígena (INDI) con el objetivo de ejecutar planes y proyectos para los pueblos y mujeres indígenas hasta tanto se cree un Ministerio de Pueblos Indígenas, otra de las principales demandas. Las portavoces indígenas llegaron a este histórico primer encuentro nacional tras un largo proceso de diálogo, reflexiones y consensos con el anhelo de instalar un espacio de construcción de pensamiento y acciones que conduzcan al fortalecimiento de los pueblos indígenas en general y en especial de las mujeres indígenas. Durante tres días, las conferencias y los talleres organizados en el Seminario Metropolitano de Asunción abordaron los principales problemas que afectan a las indígenas paraguayas que denuncian que como mujeres son víctimas de discriminación dentro y fuera de sus comunidades.
Tina Alvarenga, de la Articulación de Mujeres Indígenas del Paraguay, dijo que la ausencia de educación, ligada a la discriminación, influye también en la falta de oportunidades en los puestos públicos para las mujeres indígenas. Así, según Alvarenga, en todo Paraguay solamente hay cinco mujeres indígenas que ejerzan de concejales, tres de las cuales participaron en el encuentro. Destacó también que la pobreza es uno de los principales males que aquejan a los pueblos indígenas paraguayos, que se reparten en cinco familias lingüísticas: guaraní, mataco–mataguayo, zamuco, lengua maskoy y guaicurú.
Del total de 116.000 nativos censados este año, un 76% viven en situación de pobreza extrema, según datos del INDI. "No fuimos pobres, sino empobrecidos", dijo Alvarenga, quien hizo hincapié en el racismo latente en la sociedad paraguaya hacia los indígenas. "Más allá de la discriminación, hay racismo, que tiene que ver con cierto etnocentrismo, ya que al paraguayo le cuesta admitir que también tiene raíces indígenas", señaló. Sin embargo, Alvarenga recalcó que el hecho de que se celebre el encuentro y que esté organizado por mujeres constituye un hito en sí mismo. "Es un logro porque comenzamos a ser protagonistas de nuestro propio proceso. Estamos comenzando a escribir nuestra propia historia y por tanto a ser dueños de nuestro propio destino", añadió.
Fuente: EFE
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