Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que Arabia Saudí ha ejecutado al menos a 19 personas desde el 4
de agosto, de los cuales, según los medios locales, ocho eran convictos
por ofensas no violentas como el tráfico de drogas y la brujería. "Cualquier ejecución es abominable, pero las ejecuciones por
crímenes como el trafico de drogas o la brujería, que no derivan en la
pérdida de vidas, es particularmente atroz", ha dicho la directora de
HRW para Oriente Próximo y Norte de África. "Simplemente no hay excusa
para el continuo uso en Arabia Saudí de la pena de muerte, especialmente
por este tipo de crímenes", ha añadido.
La organización se ha opuesto al empleo de la pena de muerte en todos los países bajo cualquier circunstancia porque es "única en su crueldad y finalidad, y está inevitable y universalmente plagada de arbitrariedades, prejuicios y errores". Igualmente, ha explicado que las normas internacionales requieren que la pena de muerte se reserve para los "delitos más serios" y bajo circunstancias "excepcionales". Además, los sentenciados tienen el derecho a buscar el perdón o la conmutación de sus sentencias. "La actual explosión de ejecuciones en Arabia Saudí es ya otra mancha oscura en el registro del reino de los Derechos Humanos", ha dicho Whitson.
De acuerdo con los informes de los medios, Arabia Saudí ha ejecutado a al menos 34 personas en 2014, incluyendo 19 entre el 4 y el 20 de agosto. De ellos, siete estaban acusados de traficar con droga y uno de ellos de practicar la brujería. Los familiares de uno de los hombres, Hajras bin Salé Al Qurey, aseguraron el 17 de agosto a HRW que temían por la inminente decapitación del acusado, condenado a muerte por el tribunal público de Najran en enero de 2013 por traficar presuntamente con drogas y atacar a un agente de policía durante su arresto.
Fuente: Europa Press
La organización se ha opuesto al empleo de la pena de muerte en todos los países bajo cualquier circunstancia porque es "única en su crueldad y finalidad, y está inevitable y universalmente plagada de arbitrariedades, prejuicios y errores". Igualmente, ha explicado que las normas internacionales requieren que la pena de muerte se reserve para los "delitos más serios" y bajo circunstancias "excepcionales". Además, los sentenciados tienen el derecho a buscar el perdón o la conmutación de sus sentencias. "La actual explosión de ejecuciones en Arabia Saudí es ya otra mancha oscura en el registro del reino de los Derechos Humanos", ha dicho Whitson.
De acuerdo con los informes de los medios, Arabia Saudí ha ejecutado a al menos 34 personas en 2014, incluyendo 19 entre el 4 y el 20 de agosto. De ellos, siete estaban acusados de traficar con droga y uno de ellos de practicar la brujería. Los familiares de uno de los hombres, Hajras bin Salé Al Qurey, aseguraron el 17 de agosto a HRW que temían por la inminente decapitación del acusado, condenado a muerte por el tribunal público de Najran en enero de 2013 por traficar presuntamente con drogas y atacar a un agente de policía durante su arresto.
Fuente: Europa Press
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