Unos 60 millones de emigrantes de Asia enviaron a sus países de
procedencia cerca de 258.000 millones de dólares durante 2012, según un
informe divulgado hoy en Bangkok al inicio del Foro Mundial de las
Remesas de Naciones Unidas. Según el documento, titulado 'Enviando dinero a casa en Asia', unos
70 millones de familias asiáticas o uno de cada diez hogares dependen de
este envío de divisas desde el extranjero para comprar comida y ropa y
vivir bajo un techo. Las remesas a Asia representaron el año pasado el 63% de
total de dinero enviado a países en desarrollo por trabajadores
emigrantes. En total los inmigrantes de todo el mundo enviaron el año pasado
410.000 millones de dólares a sus respectivos países, de los que 72.000
millones fueron a América Latina y unos 60.000 millones a África.
En Bangkok, políticos, representantes del sector privado y líderes comunales debatirán sobre las políticas internacionales, las comisiones en el envío de las remesas y el impacto de este dinero en el desarrollo de los países, durante la cita de tres días organizada por el Fondo Internacional para el Desarrollo de la Agricultura (FIDA) y el Banco Mundial (BM). "Las remesas suponen un salvavidas para los trabajadores emigrantes y sus familias. Reducir los gastos de envío a un 5% supondrá a las familias unos ingresos de 8.700 millones más cada año", indicó Janamitra Devan, vicepresidente para la financiación y desarrollo del sector privado del Grupo Banco Mundial. Según el BM, en el primer trimestre de 2013 el coste de envío fue de un promedio en todo el mundo del 9%, lejos del 5% de 2009 fijado como objetivo para el 2014 por el G-8 y el G-20.
El director de infraestructuras financieras del BM, Massimo Cirasino, destacó en rueda de prensa, que "por cada punto (porcentual) de rebaja se liberan cada año 4.000 millones de dólares" y defendió que las medidas tomadas en los últimos cuatro años han permitido un ahorro acumulado de 13.000 millones. Cirasino destacó que no obstante es necesario mejorarlas en las zonas rurales, de donde procede el grueso de emigrantes y a donde se dirigen sus remesas y que están sujetas a mayores costes de envío debido a la falta o precariedad de la infraestructura y a la escasa competencia en el sector.
La mayoría de las operaciones se realizan a través de bancos y servicios de transferencia de dinero asociados a estos que fijan elevadas comisiones, de hasta el 13,5%, añadió Cirasino. El vicepresidente asociado del FIDA, Kevin Cleaver, también abogó por "romper el monopolio" en el sector de envío de remesas con la modernización de infraestructuras y facilitar el acceso a zonas rurales de organizaciones de microfinanciación o de servicios postales. "En Asia, el 75% depende de los bancos y esto, probablemente, es demasiado", dijo Cleaver. Además de facilitar las transferencias de dinero y rebajar sus costes el representante del FIDA, también subrayó que es preciso que este dinero revierta como inversión a la zona de destino.
Según Cleaver, el 10% del dinero que los emigrantes envían a sus zonas de procedencia supone casi cuatro veces más que el total de la ayuda internacional destinada al desarrollo de la agricultura en estos países. "La magnitud (de las remesas) es tan grande que si solo una fracción se reinvirtiera tendría mucho más impacto que toda la ayuda al desarrollo", dijo Cleaver. El envío de divisas desde el exterior supuso en 2012 más del 10% del Producto Interno Bruto en países como Afganistán, Bangladesh, Filipinas o Nepal, mientras que en Tayikistán alcanzó el 50%.
En 2010, la región de Asia-Pacífico recibió de sus emigrantes 177 millones de dólares, el 53% del global de remesas hacia países en desarrollo de ese año. España aporta seis millones de euros a la organización del Foro Mundial de Remesas, lo que representa cerca del 50% del presupuesto, según indicó a Efe el subdirector general de políticas de desarrollo del Ministerio español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Javier Hernández Peña. En 2011, cerca de 4.000 millones de euros fueron enviados desde España a Latinoamérica y otros 3.000 millones a países de otros continentes, aunque principalmente a Marruecos y China, añadió Hernández Peña, que destacó que los costes de los servicios de transferencia españoles se encuentran entre los más bajos del mundo, cerca del 7%.
Fuente: EFE
En Bangkok, políticos, representantes del sector privado y líderes comunales debatirán sobre las políticas internacionales, las comisiones en el envío de las remesas y el impacto de este dinero en el desarrollo de los países, durante la cita de tres días organizada por el Fondo Internacional para el Desarrollo de la Agricultura (FIDA) y el Banco Mundial (BM). "Las remesas suponen un salvavidas para los trabajadores emigrantes y sus familias. Reducir los gastos de envío a un 5% supondrá a las familias unos ingresos de 8.700 millones más cada año", indicó Janamitra Devan, vicepresidente para la financiación y desarrollo del sector privado del Grupo Banco Mundial. Según el BM, en el primer trimestre de 2013 el coste de envío fue de un promedio en todo el mundo del 9%, lejos del 5% de 2009 fijado como objetivo para el 2014 por el G-8 y el G-20.
El director de infraestructuras financieras del BM, Massimo Cirasino, destacó en rueda de prensa, que "por cada punto (porcentual) de rebaja se liberan cada año 4.000 millones de dólares" y defendió que las medidas tomadas en los últimos cuatro años han permitido un ahorro acumulado de 13.000 millones. Cirasino destacó que no obstante es necesario mejorarlas en las zonas rurales, de donde procede el grueso de emigrantes y a donde se dirigen sus remesas y que están sujetas a mayores costes de envío debido a la falta o precariedad de la infraestructura y a la escasa competencia en el sector.
La mayoría de las operaciones se realizan a través de bancos y servicios de transferencia de dinero asociados a estos que fijan elevadas comisiones, de hasta el 13,5%, añadió Cirasino. El vicepresidente asociado del FIDA, Kevin Cleaver, también abogó por "romper el monopolio" en el sector de envío de remesas con la modernización de infraestructuras y facilitar el acceso a zonas rurales de organizaciones de microfinanciación o de servicios postales. "En Asia, el 75% depende de los bancos y esto, probablemente, es demasiado", dijo Cleaver. Además de facilitar las transferencias de dinero y rebajar sus costes el representante del FIDA, también subrayó que es preciso que este dinero revierta como inversión a la zona de destino.
Según Cleaver, el 10% del dinero que los emigrantes envían a sus zonas de procedencia supone casi cuatro veces más que el total de la ayuda internacional destinada al desarrollo de la agricultura en estos países. "La magnitud (de las remesas) es tan grande que si solo una fracción se reinvirtiera tendría mucho más impacto que toda la ayuda al desarrollo", dijo Cleaver. El envío de divisas desde el exterior supuso en 2012 más del 10% del Producto Interno Bruto en países como Afganistán, Bangladesh, Filipinas o Nepal, mientras que en Tayikistán alcanzó el 50%.
En 2010, la región de Asia-Pacífico recibió de sus emigrantes 177 millones de dólares, el 53% del global de remesas hacia países en desarrollo de ese año. España aporta seis millones de euros a la organización del Foro Mundial de Remesas, lo que representa cerca del 50% del presupuesto, según indicó a Efe el subdirector general de políticas de desarrollo del Ministerio español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Javier Hernández Peña. En 2011, cerca de 4.000 millones de euros fueron enviados desde España a Latinoamérica y otros 3.000 millones a países de otros continentes, aunque principalmente a Marruecos y China, añadió Hernández Peña, que destacó que los costes de los servicios de transferencia españoles se encuentran entre los más bajos del mundo, cerca del 7%.
Fuente: EFE
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