A pesar del frío viento del invierno, la jornada de Chinnamma comienza a las 5 de la mañana. Cubriéndose la cabeza con la larga tela del sari y arropándose los hombros con un chal, esta mujer de 48 años se dirige al vertedero de Jawaharnagar, en las afueras de Hyderabad . El hedor de las montañas de residuos se siente por todas partes, pero eso no detiene el paso acelerado de Chinnamma. Un retraso puede significar un día sin ingresos ya que las puertas se cierran a las 7 en punto de la mañana.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/02/28/solidaridad/1330420920.html
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