"Un cooperante es, independientemente de cuales sean los objetivos de su
misión, un motor de cambio para el contexto donde actúa y para las
personas para las que trabaja". Detrás de esta definición no hay un
manual de cooperación. Hay un nombre propio, Santiago Rodríguez.
Sus palabras llegan desde Bangladesh, donde trabaja desde marzo para
Aida, y las avala con ocho años de experiencia como voluntario,
expatriado y trabajador en España en el sector de la cooperación. La misma experiencia le lleva a tirar de pragmatismo cuando toca
aconsejar a un principiante: "Que tenga mucha paciencia. Muchas veces,
cuando vamos a un país en vías de desarrollo estamos pensando enseguida
en salvar la vida de muchas personas y cambiar el mundo y, cuando esto
no pasa, nos impacientamos. Estas cosas llevan su tiempo, hay que ir
poco a poco, conocer bien el país y a su gente para poder contribuir de
manera más efectiva".
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/09/08/solidaridad/1347090962.html
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