Un fraile que se dedica al ¿sexo...?
- Si yo no fuera sacerdote, a la gente no le interesaría en absoluto que yo me ocupara del sexo. A veces es bueno ser fraile. Si estuviera casado, nadie se interesaría sobre el hecho de que yo hablara de sexualidad; sería uno de tantos.
¿El alma y el cuerpo son o no son contrarios?
-No se puede tratar al hombre única y exclusivamente de forma biológica y fisiológica. La clave para alcanzar la felicidad es la unión de la sexualidad con la espiritualidad. Sólo entonces el ser humano comienza a vivir plenamente su vida.
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