Cinco años después, los disturbios raciales han vuelto a sacudir Francia. Entre el domingo y ayer, un vehículo de la Policía fue tiroteado en Grenoble y el Gobierno de Nicolas Sarkozy ordenó el despliegue de 250 militares en Saint – Aignan después de que una turba armada con hachas asaltara una comisaría. Con la muerte de dos jóvenes a manos de la Policía como telón de fondo, los incidentes han reavivado los conflictos étnicos en el país galo.
A última hora del jueves, Karim Boudouda, de 27 años, murió al ser alcanzado por los disparos de un agente de las fuerzas del orden cuando huía en coche del casino que acababa de atracar en compañía de un amigo cerca de Grenoble, en el sudeste francés. Los disturbios comenzaron un día después, tras el sepelio del joven musulmán.
Bates de béisbol en ristre, un grupo encolerizado atacó en la medianoche un tranvía en el barrio de Villenueve, donde residen numerosas familias de inmigrantes, entre ellas la del fallecido. Los atacantes obligaron a los pasajeros a bajar de los vagones, la Policía intervino y la violencia se desató durante tres noches consecutivas. En total, más de ochenta automóviles y un concesionario han ardido en la peor ola de violencia desde 2005.
El segundo detonante tuvo lugar la madrugada del sábado cuando la Policía de Saint – Aignan – en el centro del país – mató a tiros a un joven de 22 años tras saltarse un control policial. Cincuenta personas, al parecer de etnia gitana, dirigieron su ira contra la comisaría de la localidad, que asaltaron armados con hachas y barras de hierro. El Ejército galo desplegó el domingo a más de 250 militares en la zona para recobrar el orden. Los incidentes han evocado la serie de disturbios que en octubre de 2005 se saldó en Francia con la quema de cientos de vehículos y la declaración del estado de emergencia.
Publicado en el diario Las Provincias
Autor: E. P. Garay
A última hora del jueves, Karim Boudouda, de 27 años, murió al ser alcanzado por los disparos de un agente de las fuerzas del orden cuando huía en coche del casino que acababa de atracar en compañía de un amigo cerca de Grenoble, en el sudeste francés. Los disturbios comenzaron un día después, tras el sepelio del joven musulmán.
Bates de béisbol en ristre, un grupo encolerizado atacó en la medianoche un tranvía en el barrio de Villenueve, donde residen numerosas familias de inmigrantes, entre ellas la del fallecido. Los atacantes obligaron a los pasajeros a bajar de los vagones, la Policía intervino y la violencia se desató durante tres noches consecutivas. En total, más de ochenta automóviles y un concesionario han ardido en la peor ola de violencia desde 2005.
El segundo detonante tuvo lugar la madrugada del sábado cuando la Policía de Saint – Aignan – en el centro del país – mató a tiros a un joven de 22 años tras saltarse un control policial. Cincuenta personas, al parecer de etnia gitana, dirigieron su ira contra la comisaría de la localidad, que asaltaron armados con hachas y barras de hierro. El Ejército galo desplegó el domingo a más de 250 militares en la zona para recobrar el orden. Los incidentes han evocado la serie de disturbios que en octubre de 2005 se saldó en Francia con la quema de cientos de vehículos y la declaración del estado de emergencia.
Publicado en el diario Las Provincias
Autor: E. P. Garay
No hay comentarios:
Publicar un comentario