Aunque el burka y el niqab puedan ser vistos como “un símbolo de la subyugación de las mujeres a los hombres”, el Estado no debería prohibir su uso de manera general “a las mujeres que real y libremente quieran” mostrarlo. Según una declaración de la Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, adoptada ayer por unanimidad, sólo están justificadas prohibiciones parciales, “por motivos de seguridad” o cuando las “actividades públicas o privadas requieran neutralidad religiosa o que se muestre el rostro”.
La votación, en cualquier caso, no tiene efectos vinculantes. El representante de la ONU para la Alianza de las Civilizaciones, Jorge Sampaio, asistió como invitado al debate y se mostró también contrario a la prohibición. Para él, no es necesario “reglamentar el uso del burka”, sobre todo no de una manera “unívoca y total”, porque con leyes de ese estilo se podría, más que solucionar un problema, crearlo. Sampaio llamó a “mejorar las condiciones de las minorías, evitando las percepciones negativas y el racismo”.
Para Nursuna Memecan, parlamentaria turca que intervino en el debate, la prohibición de símbolos religiosos nace del desconocimiento del Islam. “Muchas mujeres musulmanas que libremente eligen cubrirse experimentan humillación y problemas psicológicos al ser objeto del debate político”, lamentó. Según ella, el veto al burka aísla a las mujeres que lo llevan. “La opción de las mujeres debe ser respetada”, reclamó, siempre que no haya coacción de su entorno. Ninguno de los 12 parlamentarios españoles miembros del Consejo de Europa participaron en el debate. El informe también pidió a Suiza que no aplique la prohibición para construir más minaretes y derogue la ley.
Publicado en el diario Público
Autor: Daniel Basteiro
La votación, en cualquier caso, no tiene efectos vinculantes. El representante de la ONU para la Alianza de las Civilizaciones, Jorge Sampaio, asistió como invitado al debate y se mostró también contrario a la prohibición. Para él, no es necesario “reglamentar el uso del burka”, sobre todo no de una manera “unívoca y total”, porque con leyes de ese estilo se podría, más que solucionar un problema, crearlo. Sampaio llamó a “mejorar las condiciones de las minorías, evitando las percepciones negativas y el racismo”.
Para Nursuna Memecan, parlamentaria turca que intervino en el debate, la prohibición de símbolos religiosos nace del desconocimiento del Islam. “Muchas mujeres musulmanas que libremente eligen cubrirse experimentan humillación y problemas psicológicos al ser objeto del debate político”, lamentó. Según ella, el veto al burka aísla a las mujeres que lo llevan. “La opción de las mujeres debe ser respetada”, reclamó, siempre que no haya coacción de su entorno. Ninguno de los 12 parlamentarios españoles miembros del Consejo de Europa participaron en el debate. El informe también pidió a Suiza que no aplique la prohibición para construir más minaretes y derogue la ley.
Publicado en el diario Público
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