El Gobierno de Australia endureció una vez más su posición en
política de inmigración al afirmar que los buscadores de asilo
reconocidos por la oficina de Naciones Unidas en Indonesia no serán
elegidos para establecerse en Australia, publican hoy medios locales. El ministro de Inmigración, Scott Morrison, declaró a Radio ABC,
la noche del martes, que a partir del próximo mes de julio las personas
reconocidas como buscadores de asilo por la agencia para los refugiados
que la ONU tiene en Yakarta estarán fuera del proceso para lograr vivir en el país oceánico. De esta manera quieren evitar que Indonesia se establezca como lugar
de tránsito para los inmigrantes y luchar contra las redes de
traficantes de personas, señaló el ministro.
“Sabemos que las mafias continúan alentando a los buscadores de asilo a viajar ilegalmente a Indonesia, con el propósito de llegar a Australia (…) Estos cambios deberían reducir el flujo de personas”, dijo Morrison. La líder del opositor Partido Verde, Christine Milne, calificó la decisión del Gobierno de Camberra como “terrible y crueldad con mayúsculas” contra las personas que huyen de conflictos o son perseguidas en su país, como Irak o Afganistán. Las autoridades australianas comenzaron a principios de este siglo, ante el aumento alarmante de inmigrantes indocumentados, una política consistente en detenerlos en alta mar y enviarlos a centros en terceros países, para que tramiten desde allí sus peticiones de asilo.
Australia mantiene en la actualizada dos centros en la isla papuana de Manus y otro en Nauru. Además, el Gobierno de Camberra ha endurecido la política migratoria con disposiciones como que los extranjeros que alcancen el estatus de refugiado no tendrán posibilidad de residir en territorio australiano y deberán establecerse en Papúa Nueva Guinea, Nauru y, según el último acuerdo firmado, Camboya. Muchos de los inmigrantes que viajan hasta Australia han huido de conflictos como los de Afganistán, Darfur, Pakistán, Somalia y Siria, y otros que han escapado de la discriminación o de la condición de apátridas como las minorías rohingya, de Birmania, o bidun, de la región del Golfo.
Publicado en ElDiario.es
“Sabemos que las mafias continúan alentando a los buscadores de asilo a viajar ilegalmente a Indonesia, con el propósito de llegar a Australia (…) Estos cambios deberían reducir el flujo de personas”, dijo Morrison. La líder del opositor Partido Verde, Christine Milne, calificó la decisión del Gobierno de Camberra como “terrible y crueldad con mayúsculas” contra las personas que huyen de conflictos o son perseguidas en su país, como Irak o Afganistán. Las autoridades australianas comenzaron a principios de este siglo, ante el aumento alarmante de inmigrantes indocumentados, una política consistente en detenerlos en alta mar y enviarlos a centros en terceros países, para que tramiten desde allí sus peticiones de asilo.
Australia mantiene en la actualizada dos centros en la isla papuana de Manus y otro en Nauru. Además, el Gobierno de Camberra ha endurecido la política migratoria con disposiciones como que los extranjeros que alcancen el estatus de refugiado no tendrán posibilidad de residir en territorio australiano y deberán establecerse en Papúa Nueva Guinea, Nauru y, según el último acuerdo firmado, Camboya. Muchos de los inmigrantes que viajan hasta Australia han huido de conflictos como los de Afganistán, Darfur, Pakistán, Somalia y Siria, y otros que han escapado de la discriminación o de la condición de apátridas como las minorías rohingya, de Birmania, o bidun, de la región del Golfo.
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