La demanda a los bancos de alimentos casi se ha duplicado en los últimos cinco años en España al pasar de las 700.000 personas atendidas en 2007 al 1,3 millones actuales,
y aunque las donaciones son las que más han crecido en Europa, en el
país aún se desperdician ocho millones de toneladas al año. Así lo ha puesto de manifiesto el presidente de la Federación
Española de Bancos de Alimentos, José Antonio Busto, durante la
inauguración hoy en Granada de la XVI asamblea nacional de estas
entidades humanitarias, que mueven en España a 2.000 voluntarios.
Los 52 bancos de alimentos distribuidos por el país (uno por provincia) han repartido este año 103 millones de kilos de productos entre los más necesitados. El reparto de mercancías de los bancos de alimentos españoles, cuya cobertura es de ámbito provincial, depende del tamaño y la población, de modo que mientras algunos alcanzan los diez millones de kilos al año, otros mueven unas 500 toneladas.
Aunque la demanda se extiende a toda la geografía española, hay zonas como Andalucía y Extremadura "especialmente necesitadas de ayuda", según las estadísticas del índice de pobreza, explica Busto. Una de las principales preocupaciones de los bancos de alimentos y sobre lo que centrarán entre hoy y mañana parte del debate es el despilfarro de víveres, algo sobre lo que la Unión Europea llamó recientemente la atención.
En Europa se desechan al año unos 89 millones de toneladas de alimentos, de los que unos ocho millones proceden de España, fundamentalmente de los hogares (el 42 % del total) y de los centros de producción (39 %), mientras que los desperdicios en los cubos de basura suponen el 19 %, según Busto. En concreto, en España se desperdicia una media de 180 kilos de comida por persona y año. Una resolución europea del pasado mes de enero insta a reducir a la mitad las pérdidas en 2025, para lo que cada país debe poner en marcha desde 2013 un programa orientado a alcanzar ese objetivo.
La Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), que se integra en la europea (conformada por 21 países y 240 bancos), es la que más crecimiento ha experimentado en cuanto a recepción de mercancías durante este año y el anterior. "Estamos creciendo porque el pueblo español es solidario", según Busto, que en cualquier caso advierte de que la demanda está creciendo por encima de la oferta, lo que les debe llevar a reforzar la colaboración fundamentalmente con las empresas, distribuidores, fabricantes y productores, que son sus principales suministradores por encima de los particulares, que lo tienen "más difícil".
No obstante, las donaciones de particulares suponen una ayuda importante, sobre todo porque hay productos como las legumbres que solo se reciben vía colecta, algo que está cambiando de un tiempo a esta parte. Son precisamente las legumbres, junto al aceite, los productos más necesitados por los bancos de alimentos. El consumo preferente y la recepción de productos caducados centrará también la asamblea de bancos, que abordará cuestiones como el transporte (en ocasiones más caro que los propios alimentos), y perfilará los detalles de la gran colecta que se realizará el último día de noviembre y el primero de diciembre, según Busto.
El aumento de la demanda es extrapolable a todas las provincias españolas, y en el caso del Banco de Alimentos de Granada, que atiende a unas 40.000 personas en la provincia, se ha duplicado desde 2008. Las guarderías, los asilos y los centros de desintoxicación de toxicómanos son los principales destinatarios de los productos gestionados por el Banco de Alimentos de Granada, a quien tanto la Diputación Provincia como la Junta de Andalucía han brindado su colaboración ante la actual situación económica.
Fuente y foto: EFE
Los 52 bancos de alimentos distribuidos por el país (uno por provincia) han repartido este año 103 millones de kilos de productos entre los más necesitados. El reparto de mercancías de los bancos de alimentos españoles, cuya cobertura es de ámbito provincial, depende del tamaño y la población, de modo que mientras algunos alcanzan los diez millones de kilos al año, otros mueven unas 500 toneladas.
Aunque la demanda se extiende a toda la geografía española, hay zonas como Andalucía y Extremadura "especialmente necesitadas de ayuda", según las estadísticas del índice de pobreza, explica Busto. Una de las principales preocupaciones de los bancos de alimentos y sobre lo que centrarán entre hoy y mañana parte del debate es el despilfarro de víveres, algo sobre lo que la Unión Europea llamó recientemente la atención.
En Europa se desechan al año unos 89 millones de toneladas de alimentos, de los que unos ocho millones proceden de España, fundamentalmente de los hogares (el 42 % del total) y de los centros de producción (39 %), mientras que los desperdicios en los cubos de basura suponen el 19 %, según Busto. En concreto, en España se desperdicia una media de 180 kilos de comida por persona y año. Una resolución europea del pasado mes de enero insta a reducir a la mitad las pérdidas en 2025, para lo que cada país debe poner en marcha desde 2013 un programa orientado a alcanzar ese objetivo.
La Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), que se integra en la europea (conformada por 21 países y 240 bancos), es la que más crecimiento ha experimentado en cuanto a recepción de mercancías durante este año y el anterior. "Estamos creciendo porque el pueblo español es solidario", según Busto, que en cualquier caso advierte de que la demanda está creciendo por encima de la oferta, lo que les debe llevar a reforzar la colaboración fundamentalmente con las empresas, distribuidores, fabricantes y productores, que son sus principales suministradores por encima de los particulares, que lo tienen "más difícil".
No obstante, las donaciones de particulares suponen una ayuda importante, sobre todo porque hay productos como las legumbres que solo se reciben vía colecta, algo que está cambiando de un tiempo a esta parte. Son precisamente las legumbres, junto al aceite, los productos más necesitados por los bancos de alimentos. El consumo preferente y la recepción de productos caducados centrará también la asamblea de bancos, que abordará cuestiones como el transporte (en ocasiones más caro que los propios alimentos), y perfilará los detalles de la gran colecta que se realizará el último día de noviembre y el primero de diciembre, según Busto.
El aumento de la demanda es extrapolable a todas las provincias españolas, y en el caso del Banco de Alimentos de Granada, que atiende a unas 40.000 personas en la provincia, se ha duplicado desde 2008. Las guarderías, los asilos y los centros de desintoxicación de toxicómanos son los principales destinatarios de los productos gestionados por el Banco de Alimentos de Granada, a quien tanto la Diputación Provincia como la Junta de Andalucía han brindado su colaboración ante la actual situación económica.
Fuente y foto: EFE
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