Cuatro internos del centro de internamiento para extranjeros (CIE) de
la Zona Franca de Barcelona, que debían ser expulsados del país en las
próximas horas, se han autolesionado en la madrugada de este jueves para
evitarlo, han informado fuentes de la Policía Nacional.
Los cuatro son georgianos y entre ellos figuran los tres que estaban en huelga de hambre desde hace 10 días como protesta por unos supuestos malos tratos que recibió uno de ellos al exigir asistencia sanitaria para un compatriota.
Según la policía, dos de los autolesionados han sido trasladados al Hospital de Bellvitge (L’Hospitalet) y los otros dos a otro centro sanitario. Tras ser atendidos los cuatro han sido dados de alta y están de nuevo en el CIE. Al parecer, los cuatro se han producido cortes en las muñecas y en la cara con una cuchilla de afeitar u otro objeto cortante, según la policía, que ha atribuido estas autolesiones al intento de evitar su expulsión del país, que estaba prevista desde hace días a la espera de que se concretase el vuelo.
Uno de los autolesionados es David Bakradze, que vive en Girona desde hace años, tiene dos hijas y ha recibido el apoyo de varias asociaciones y del Observatorio del
Sistema Penal y los Derechos Humanos de la Universidad de Barcelona. También el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, pidió ayer por carta al
ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que reconsiderase la
expulsión de Bakradze y de otro inmigrante marroquí porque ambos tienen
hijas nacidas aquí y un arraigo social demostrable. Fernández Díaz tiene
previsto visitar el centro de la Zona Franca el próximo lunes.
Fuentes policiales han explicado que, aunque los cuatro autolesionados tenían asistencia médica, no eran sometidos a cacheos exhaustivos ni registros porque no se encuentran en situación de detención carcelaria, sino a la espera de ser deportados, por lo que habrían podido esconder cualquier objeto cortante o que les hubiese facilitado otro interno. Las autolesiones han evitado de momento que los cuatro inmigrantes sean expulsados este jueves, pero, según la policía, la deportación se llevará a cabo igualmente en cuanto se disponga de otro vuelo, probablemente el viernes.
Fuente: EFE
Los cuatro son georgianos y entre ellos figuran los tres que estaban en huelga de hambre desde hace 10 días como protesta por unos supuestos malos tratos que recibió uno de ellos al exigir asistencia sanitaria para un compatriota.
Según la policía, dos de los autolesionados han sido trasladados al Hospital de Bellvitge (L’Hospitalet) y los otros dos a otro centro sanitario. Tras ser atendidos los cuatro han sido dados de alta y están de nuevo en el CIE. Al parecer, los cuatro se han producido cortes en las muñecas y en la cara con una cuchilla de afeitar u otro objeto cortante, según la policía, que ha atribuido estas autolesiones al intento de evitar su expulsión del país, que estaba prevista desde hace días a la espera de que se concretase el vuelo.
Uno de los autolesionados es David Bakradze, que vive en Girona desde hace años, tiene dos hijas
Fuentes policiales han explicado que, aunque los cuatro autolesionados tenían asistencia médica, no eran sometidos a cacheos exhaustivos ni registros porque no se encuentran en situación de detención carcelaria, sino a la espera de ser deportados, por lo que habrían podido esconder cualquier objeto cortante o que les hubiese facilitado otro interno. Las autolesiones han evitado de momento que los cuatro inmigrantes sean expulsados este jueves, pero, según la policía, la deportación se llevará a cabo igualmente en cuanto se disponga de otro vuelo, probablemente el viernes.
Fuente: EFE
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