El desalojo tuvo lugar al segundo intento. El pasado 13 de septiembre, la comitiva judicial que acudió para evacuar el local, sito en la calle Princesa de Madrid, tuvo que retirarse con los alicates caídos debido a la falta de recursos policiales. No ha sucedido esta vez lo mismo. Después de 18 años de historia, la ONG, asfixiada por la falta de subvenciones, tendrá que buscarse nueva oficina. "Estamos a la espera de las subvenciones que no llegan", concede Julio Rodríguez, portavoz de Paz Ahora. "Cuando las administraciones no cumplen con su parte no sucede nada; cuando somos los pequeños los que no cumplimos con los pagos, nos ponen en la calle".
La organización no abona a la inmobiliaria Aurovi –dueña del edificio– el importe del alquiler del piso, ni los recibos de agua, luz y calefacción desde diciembre de 2010. El montante total del recibo asciende a los 15.000 euros. Desde el primer intento de desahucio a este segundo se ha tratado, sin éxito, de aplazar los pagos. La intervención policial se produjo sin apenas resistencia, con apenas media de docena de activistas de Paz Ahora tratando de impedir el paso en el portal. Mauricio Valiente, diputado de IU en la Asamblea de Madrid, acudió a apoyar a la organización. "En los momentos de crisis, la cooperación es aún más necesaria", dijo. "Quienes pagan este desahucio no son las ONG, sino las personas que reciben su ayuda".
Publicado en el diario El Mundo
Autor: Pedro Simón
Foto: EFE
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