Entre 50.000 y 100.000 personas murieron en el Cuerno de África desde el mes de abril y hasta el mes de agosto de 2011 a consecuencia de la hambruna que están padeciendo más de 13 millones de personas en Somalia, Kenia, Etiopía y Djibuti. La mitad de los fallecidos en la región eran niños que no habían cumplido aún los cinco años de edad. Según el informe 'Un retraso Peligroso' elaborado por las ONG Intermón Oxfam y Save The Children, "la respuesta tardía de la comunidad internacional" a la situación de emergencia fue la causa del elevado número de víctimas.
El trabajo, que se da a conocer cuando se cumplen seis meses de la declaración de crisis alimentaria grave en los países del Cuerno de África, apunta que la comunidad internacional no reaccionó ante los sistemas de alerta temprana, que pronosticaron un año antes, en agosto de 2010, la gravedad de la situación en la zona. En opinión de Intermón y Save The Children, fue "el miedo al riesgo" lo que provocó una demora en la respuesta humanitaria a gran escala ya que, conforme explica el informe, "muchos donantes exigieron pruebas de que se estaba produciendo una catástrofe humanitaria antes de actuar para prevenirla".
La directora general de Intermón Oxfam, Ariane Arpa, ha explicado que si bien es sabido que la atención temprana salva vidas, el "miedo al riesgo" ha provocado que las organizaciones de ayuda "se resistieran a gastar dinero hasta estar seguras de que en efecto se estaba produciendo una crisis". En este sentido, el informe denuncia que "las agencias humanitarias y los gobiernos nacionales reaccionaron con excesiva lentitud a la hora de incrementar esta respuesta" y que, al final, "la falta de una acción decisiva" dejó "un desolador balance de miles de muertes innecesarias y millones extra de euros gastados". De hecho, la agencia de cooperación británica estima que se perdieron entre 50.000 y 100.000 vidas, más de la mitad de niños menores de cinco años, entre los meses de abril y agosto del año pasado.
"Todos tenemos que asumir nuestra responsabilidad ante la demora que ha costado tantas vidas en África del Este. Debemos aprender las lecciones de la respuesta tardía", ha añadido Arpa, para quien "es inaceptable ver que la gente más pobre se sigue llevando la peor parte ante la falta de una respuesta rápida y decisiva". El informe concreta que si bien hubo "algunos tipos de acción temprana", la magnitud de la crisis superó estos esfuerzos iniciales y hubo que realizar "costosas intervenciones más tarde".
"El suministro de ayuda a las familias en toda África Oriental para conservar la salud de sus animales y el mantenimiento de los mercados abiertos habrían ayudado a prevenir las altas tasas de desnutrición, ya que cientos de miles de personas perdieron sus medios de vida cuando la sequía acabó con sus rebaños", explica el documento. Por eso, recomienda que los fondos para las emergencias alimentarias se recauden "tan pronto como las señales de crisis sean claras", en lugar del actual sistema, que sólo se pone en marcha para responder ante una crisis cuando los niveles de hambre han alcanzado un punto de inflexión.
"No podemos seguir permitiendo que continúe tan grotesca situación, en la que el mundo sabe que se avecina un emergencia pero decide ignorarla hasta que aparezcan las imágenes de niños gravemente desnutridos en las pantallas de televisión", ha apuntado el director de Campañas y Estudios de Intermón Oxfam, Jaime Atienza. Esta llamada de atención se produce, además, cuando en el Sahel (África del Oeste), una crisis alimentaria en ciernes amenaza a millones de personas. Una evaluación realizada por Save the Children en Níger concluye que las familias en las zonas más afectadas ya han visto reducirse un tercio los alimentos, el dinero y el combustible que necesitan para sobrevivir.
Oxfam Internacional y Save The Children recuerdan que a día de hoy, la de Somalia sigue siendo la crisis alimentaria más grave en todo el mundo, con cientos de miles de personas que todavía viven en riesgo. Como telón de fondo, el conflicto armado entre el Gobierno de Transición somalí y los rebeldes islamistas de Al Shabaab, una red afín a Al Qaeda que comenzó a operar en la zona en los años 90. En los últimos años Kenia y Etiopía se han involucrado en el conflicto, por lo que su población y sus fronteras también se han visto afectadas.
Junto a otras organizaciones internacionales, han redactado la 'Declaración para acabar con el hambre extrema', que llama a los gobiernos a revisar sus modelos de respuesta ante crisis alimentarias y exige medidas urgentes y eficaces. En este marco, Intermón y Save The Children España han lanzado la campaña 'Nunca más: Acabemos con el Hambre Extrema' para pedir al nuevo Gobierno de Mariano Rajoy que se comprometa a luchar contra el hambre extrema y evite que se vuelva a repetir una situación como la del Cuerno de África.
"Pedimos al Gobierno presidido por Mariano Rajoy que se comprometa a terminar con el hambre extrema en el mundo porque mejorar la vida de los de allí, mejora también nuestras vidas aquí. Esta crisis debe suponer una apuesta del Gobierno y del Parlamento, junto a la comunidad internacional, para solucionar los problemas que hacen a millones de personas vulnerables al hambre", ha explicado la responsable de Incidencia Política de Save the Children, Yolanda Román.
Fuente: Europa Press
Foto: Stuart Price
La directora general de Intermón Oxfam, Ariane Arpa, ha explicado que si bien es sabido que la atención temprana salva vidas, el "miedo al riesgo" ha provocado que las organizaciones de ayuda "se resistieran a gastar dinero hasta estar seguras de que en efecto se estaba produciendo una crisis". En este sentido, el informe denuncia que "las agencias humanitarias y los gobiernos nacionales reaccionaron con excesiva lentitud a la hora de incrementar esta respuesta" y que, al final, "la falta de una acción decisiva" dejó "un desolador balance de miles de muertes innecesarias y millones extra de euros gastados". De hecho, la agencia de cooperación británica estima que se perdieron entre 50.000 y 100.000 vidas, más de la mitad de niños menores de cinco años, entre los meses de abril y agosto del año pasado.
"Todos tenemos que asumir nuestra responsabilidad ante la demora que ha costado tantas vidas en África del Este. Debemos aprender las lecciones de la respuesta tardía", ha añadido Arpa, para quien "es inaceptable ver que la gente más pobre se sigue llevando la peor parte ante la falta de una respuesta rápida y decisiva". El informe concreta que si bien hubo "algunos tipos de acción temprana", la magnitud de la crisis superó estos esfuerzos iniciales y hubo que realizar "costosas intervenciones más tarde".
"El suministro de ayuda a las familias en toda África Oriental para conservar la salud de sus animales y el mantenimiento de los mercados abiertos habrían ayudado a prevenir las altas tasas de desnutrición, ya que cientos de miles de personas perdieron sus medios de vida cuando la sequía acabó con sus rebaños", explica el documento. Por eso, recomienda que los fondos para las emergencias alimentarias se recauden "tan pronto como las señales de crisis sean claras", en lugar del actual sistema, que sólo se pone en marcha para responder ante una crisis cuando los niveles de hambre han alcanzado un punto de inflexión.
"No podemos seguir permitiendo que continúe tan grotesca situación, en la que el mundo sabe que se avecina un emergencia pero decide ignorarla hasta que aparezcan las imágenes de niños gravemente desnutridos en las pantallas de televisión", ha apuntado el director de Campañas y Estudios de Intermón Oxfam, Jaime Atienza. Esta llamada de atención se produce, además, cuando en el Sahel (África del Oeste), una crisis alimentaria en ciernes amenaza a millones de personas. Una evaluación realizada por Save the Children en Níger concluye que las familias en las zonas más afectadas ya han visto reducirse un tercio los alimentos, el dinero y el combustible que necesitan para sobrevivir.
Oxfam Internacional y Save The Children recuerdan que a día de hoy, la de Somalia sigue siendo la crisis alimentaria más grave en todo el mundo, con cientos de miles de personas que todavía viven en riesgo. Como telón de fondo, el conflicto armado entre el Gobierno de Transición somalí y los rebeldes islamistas de Al Shabaab, una red afín a Al Qaeda que comenzó a operar en la zona en los años 90. En los últimos años Kenia y Etiopía se han involucrado en el conflicto, por lo que su población y sus fronteras también se han visto afectadas.
Junto a otras organizaciones internacionales, han redactado la 'Declaración para acabar con el hambre extrema', que llama a los gobiernos a revisar sus modelos de respuesta ante crisis alimentarias y exige medidas urgentes y eficaces. En este marco, Intermón y Save The Children España han lanzado la campaña 'Nunca más: Acabemos con el Hambre Extrema' para pedir al nuevo Gobierno de Mariano Rajoy que se comprometa a luchar contra el hambre extrema y evite que se vuelva a repetir una situación como la del Cuerno de África.
"Pedimos al Gobierno presidido por Mariano Rajoy que se comprometa a terminar con el hambre extrema en el mundo porque mejorar la vida de los de allí, mejora también nuestras vidas aquí. Esta crisis debe suponer una apuesta del Gobierno y del Parlamento, junto a la comunidad internacional, para solucionar los problemas que hacen a millones de personas vulnerables al hambre", ha explicado la responsable de Incidencia Política de Save the Children, Yolanda Román.
Fuente: Europa Press
Foto: Stuart Price
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