En la calle, precios cada vez más bajos por la feroz competencia: servicios completos desde los 10 euros. En los clubs de alterne, las 'tarifas' se mantienen desde 2007 pero han notado un fuerte descenso de la clientela, fundamentalmente por la cantidad de trabajadores de la construcción que se han quedado sin trabajo. El negocio de la prostitución, un sector cuyas cifras son bastante desconocidas, también sufre los latigazos de la imparable crisis económica, y también –cómo no– en la provincia leonesa.
La prostitución no está prohibida, lo que es ilegal es el proxenetismo. En la capital leonesa no existe una ordenanza municipal que regule esta práctica, una medida que en los últimos años sí han adoptado otros ayuntamientos, como Badajoz, Sevilla, Málaga, Bilbao, Marbella, Granada o Barcelona. En la capital leonesa, no es difícil ver prostitutas en cuanto llega la noche, aunque con los años van cambiando de zona. Si antes poblaban Papalaguinda, ahora están entre el Palacio de los Deportes y el mercado de ganados, en la misma carretera, desde donde a menudo 'se lanzan' a los coches en un intento desesperado por conseguir clientela.
Y la nacionalidad de las chicas va 'por temporadas': tan pronto abundan las africanas, como las chicas del este, aunque tampoco suelen faltar travestis y transexuales. ¿Los precios? Cada vez más bajos por la fuerte competencia. 'Es tanta la oferta que cada vez venden su cuerpo por menos', explica una trabajadora social, 'ofrecen servicios completos desde los 10 euros, se ven obligadas porque las extranjeras bajan los precios y las demás se ven obligadas'.
La trabajadora social relata que es muy destacable en los últimos meses el aumento de chicas españolas en la prostitución, 'y de todas las edades, desde 20 a 48 años'. León cuenta con cuatro clubes de alterne en la ciudad, aunque hay varios en las cercanías y alguno más en barrios de la periferia, quizá no tan frecuentados. El gerente de una de estas salas que ofrecen música, copas y servicios de chicas reconoce que la crisis ha afectado 'de lleno' al negocio del sexo, 'como a todos', fundamentalmente por el incremento de desempleados en el mundo de la construcción. 'Muchos ya no nos frecuentan o vienen muchos menos', lamenta.
En cuanto a los precios, asegura que no han bajado, 'aunque tocaba una subida desde 2007 que no se hizo'. Las chicas, dice, son 'de todos los países, aunque cada vez hay más españolas, al contrario que hace unos años, que eran todas extranjeras'. Pese a la crisis, asegura que nunca faltan los clientes nuevos.
Publicado en el diario El Mundo
Autora: Susana Martín
La prostitución no está prohibida, lo que es ilegal es el proxenetismo. En la capital leonesa no existe una ordenanza municipal que regule esta práctica, una medida que en los últimos años sí han adoptado otros ayuntamientos, como Badajoz, Sevilla, Málaga, Bilbao, Marbella, Granada o Barcelona. En la capital leonesa, no es difícil ver prostitutas en cuanto llega la noche, aunque con los años van cambiando de zona. Si antes poblaban Papalaguinda, ahora están entre el Palacio de los Deportes y el mercado de ganados, en la misma carretera, desde donde a menudo 'se lanzan' a los coches en un intento desesperado por conseguir clientela.
Y la nacionalidad de las chicas va 'por temporadas': tan pronto abundan las africanas, como las chicas del este, aunque tampoco suelen faltar travestis y transexuales. ¿Los precios? Cada vez más bajos por la fuerte competencia. 'Es tanta la oferta que cada vez venden su cuerpo por menos', explica una trabajadora social, 'ofrecen servicios completos desde los 10 euros, se ven obligadas porque las extranjeras bajan los precios y las demás se ven obligadas'.
La trabajadora social relata que es muy destacable en los últimos meses el aumento de chicas españolas en la prostitución, 'y de todas las edades, desde 20 a 48 años'. León cuenta con cuatro clubes de alterne en la ciudad, aunque hay varios en las cercanías y alguno más en barrios de la periferia, quizá no tan frecuentados. El gerente de una de estas salas que ofrecen música, copas y servicios de chicas reconoce que la crisis ha afectado 'de lleno' al negocio del sexo, 'como a todos', fundamentalmente por el incremento de desempleados en el mundo de la construcción. 'Muchos ya no nos frecuentan o vienen muchos menos', lamenta.
En cuanto a los precios, asegura que no han bajado, 'aunque tocaba una subida desde 2007 que no se hizo'. Las chicas, dice, son 'de todos los países, aunque cada vez hay más españolas, al contrario que hace unos años, que eran todas extranjeras'. Pese a la crisis, asegura que nunca faltan los clientes nuevos.
Publicado en el diario El Mundo
Autora: Susana Martín
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