En la capital de la franja de Gaza se inaugura este lunes una exposición poco habitual: obras de decenas de madres y sus hijos que, con el apoyo de ONG españolas, han recurrido al arte para escapar de la dureza del conflicto de Oriente Próximo. 'Si eres feliz, chasca los dedos' es el título de la exposición que abre sus puertas en el centro cultural Etiqa Artist y que recoge tres obras colectivas de gran formato, 36 collages tridimensionales, quince retratos, una instalación de cajas de cartón, un conjunto de móviles y un llamado árbol de los sueños.
Los coloridos trabajos son el resultado de los talleres de expresión artística y corporal desarrollados en cuatro campos de refugiados de Gaza por las ONG españolas Solidaridad Internacional, Mundubat y Creart, y la palestina UHWC, como parte de un proyecto de salud mental financiado por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. La iniciativa se enmarca en un programa más amplio de atención psicosocial que se inició hace dos años en respuesta al ataque militar israelí contra Gaza de las Navidades de 2008, explicó a Efe, desde la franja palestina, el presidente de Creart, Chené Gómez.
Formadores, artistas y cooperantes españoles y palestinos han trabajado desde entonces con más de 600 pequeños y sus madres en los campos de refugiados de Beit Hanún, Yabalia, Nuseirat y Rafah a través de juegos creativos, actividades plásticas, ejercicios musicales y de relajación que les ayudan a superar los efectos de la situación traumática que les rodea. "Son niños que han sufrido mucho. Tienen la mirada perdida, es difícil sacarles una sonrisa, tienen un poder de concentración mínimo, les cuesta mucho centrarse en la actividad que se desarrolla", dice Gómez.
Indica, por ejemplo, que "es imposible para estos niños pintar con paciencia", su frustración se traslada a la pintura con trazos rápidos y muy marcados. Los talleres han logrado crear en Gaza un pequeño espacio en el que se favorece el encuentro entre la madre y sus hijos y se abren nuevas vías de comunicación, explica este educador artístico malagueño. Aunque el asedio se ha relajado en los últimos meses, desde que Israel impuso un férreo bloqueo por tierra, mar y aire a este territorio palestino -tras la toma de poder de Hamás en junio de 2007-, la situación económica se ha deteriorado enormemente: más del 80% de la población depende de la ayuda humanitaria para subsistir y el desempleo ronda el 40%. Además, los ataques del Ejército israelí y el lanzamiento de cohetes de fabricación casera por parte de milicianos palestinos al territorio israelí siguen manteniendo un clima de violencia en la franja, que los pequeños sufren especialmente.
Los dibujos y cuadros que se muestran en la exposición, que permanecerá abierta hasta el 16 de diciembre, han servido para canalizar los miedos y frustraciones y expresar las esperanzas de una parte de la población más vulnerable de la franja. Una de las instalaciones más llamativas es el árbol de los sueños, para cuya elaboración grupos de unas 15 madres y una veintena de niños pusieron en común en talleres sus deseos y ambiciones, que luego trasladaron al papel. Los anhelos infantiles plasmados en unas tarjetas verdes cuelgan ahora de unas ramas, a la espera de poder cumplirse algún día.
La exposición también cuenta con una proyección de "trabajos efímeros" elaborados en los talleres, como dibujos de luz en el aire y teatro de sombras. La exhibición está llena de color y no tiene imágenes de violencia, porque las actividades trataban precisamente de alejar un poco a los pequeños de la misma. No obstante, Creart ha elaborado también un libro en el que niños y niñas de Gaza han plasmado su visión particular del conflicto para mostrar en dibujos su día a día a los menores españoles.
Fuente: Ana Cárdenes (Efe)
Foto: Efe
Los coloridos trabajos son el resultado de los talleres de expresión artística y corporal desarrollados en cuatro campos de refugiados de Gaza por las ONG españolas Solidaridad Internacional, Mundubat y Creart, y la palestina UHWC, como parte de un proyecto de salud mental financiado por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. La iniciativa se enmarca en un programa más amplio de atención psicosocial que se inició hace dos años en respuesta al ataque militar israelí contra Gaza de las Navidades de 2008, explicó a Efe, desde la franja palestina, el presidente de Creart, Chené Gómez.
Formadores, artistas y cooperantes españoles y palestinos han trabajado desde entonces con más de 600 pequeños y sus madres en los campos de refugiados de Beit Hanún, Yabalia, Nuseirat y Rafah a través de juegos creativos, actividades plásticas, ejercicios musicales y de relajación que les ayudan a superar los efectos de la situación traumática que les rodea. "Son niños que han sufrido mucho. Tienen la mirada perdida, es difícil sacarles una sonrisa, tienen un poder de concentración mínimo, les cuesta mucho centrarse en la actividad que se desarrolla", dice Gómez.
Indica, por ejemplo, que "es imposible para estos niños pintar con paciencia", su frustración se traslada a la pintura con trazos rápidos y muy marcados. Los talleres han logrado crear en Gaza un pequeño espacio en el que se favorece el encuentro entre la madre y sus hijos y se abren nuevas vías de comunicación, explica este educador artístico malagueño. Aunque el asedio se ha relajado en los últimos meses, desde que Israel impuso un férreo bloqueo por tierra, mar y aire a este territorio palestino -tras la toma de poder de Hamás en junio de 2007-, la situación económica se ha deteriorado enormemente: más del 80% de la población depende de la ayuda humanitaria para subsistir y el desempleo ronda el 40%. Además, los ataques del Ejército israelí y el lanzamiento de cohetes de fabricación casera por parte de milicianos palestinos al territorio israelí siguen manteniendo un clima de violencia en la franja, que los pequeños sufren especialmente.
Los dibujos y cuadros que se muestran en la exposición, que permanecerá abierta hasta el 16 de diciembre, han servido para canalizar los miedos y frustraciones y expresar las esperanzas de una parte de la población más vulnerable de la franja. Una de las instalaciones más llamativas es el árbol de los sueños, para cuya elaboración grupos de unas 15 madres y una veintena de niños pusieron en común en talleres sus deseos y ambiciones, que luego trasladaron al papel. Los anhelos infantiles plasmados en unas tarjetas verdes cuelgan ahora de unas ramas, a la espera de poder cumplirse algún día.
La exposición también cuenta con una proyección de "trabajos efímeros" elaborados en los talleres, como dibujos de luz en el aire y teatro de sombras. La exhibición está llena de color y no tiene imágenes de violencia, porque las actividades trataban precisamente de alejar un poco a los pequeños de la misma. No obstante, Creart ha elaborado también un libro en el que niños y niñas de Gaza han plasmado su visión particular del conflicto para mostrar en dibujos su día a día a los menores españoles.
Fuente: Ana Cárdenes (Efe)
Foto: Efe
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