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jueves, 22 de septiembre de 2011

Alta tensión racista en Chequia

La violencia desatada hace varias semanas por grupos de vecinos y militantes de ultraderecha contra los gitanos en la franja norteña de Bohemia, en el norte de la República de Chequia, está lejos de remitir. Los enfrentamientos se suceden casi a diario y los grupos ultras organizan protestas callejeras contra los gitanos en las que les amenazan de muerte y atacan sus viviendas. La situación es tan grave que el Gobierno checo ha enviado policías antidisturbios a Bohemia del norte y el primer ministro, Petr Necas, y el titular de Trabajo, Jaromír Drábek, han viajado a las zonas afectadas por los ataques para buscar soluciones que terminen con la tensión desatada por turbas agresivas caldeadas por activistas racistas.

El ministro de Trabajo trasladó su voluntad de «analizar con los alcaldes de la región dos temas. En primer lugar, hay que crear un sistema que motive a las familias (gitanas) para que no pierdan las ayudas sociales, y por ejemplo, que envíen a sus hijos a la escuela. En segundo lugar, el trabajo comunitario puede ayudar a que muchas personas, que han quedado al margen, se reintegren a la sociedad».

Según denuncian colectivos sociales, los neonazis y otros grupos extremistas intentan obtener capital político de la difícil situación social de muchos gitanos, que genera conflictos y tensiones con los demás habitantes de Bohemia del norte. Los alcaldes se quejan de la falta de medios para atender a numerosos gitanos procedentes de otras zonas de Chequia que no encuentran trabajo y apenas pueden subsistir.

Según la emisora pública Radio Praga, «20 años después de derrotado el comunismo, el Estado no ha sido capaz de dar una solución efectiva a la convivencia de la minoría gitana y el resto de la sociedad». Las ONG y los trabajadores sociales alertan de que Bohemia del norte se ha convertido en un territorio de alta tensión, donde el Estado no ha sabido crear condiciones para la integración.

Según cuenta un vecino del municipio de Sluknov, «los poderes públicos han sido incapaces de crear condiciones para integrar a la población gitana, que tampoco ha hecho grandes esfuerzos por convivir pacíficamente con el resto de la población. Los extremistas se aprovechan de la situación para enfrentar a las dos comunidades». El primer ministro, de centroderecha, se ha comprometido a restablecer la ley y el orden y a «velar por la seguridad de las personas y de sus propiedades». En Chequia, el 70% de los 250.000 gitanos vive en la pobreza y la marginación, según la Liga Checa de los Derechos del Hombre (LIGA). Las estadísticas oficiales calculan la existencia de unos 400 guetos en los que malviven unas 80.000 personas. La mayoría de los adultos de estos emplazamientos está sin trabajo.

El director de la Agencia para la Reinserción en Bohemia del Norte, Martin Simácek, reconoce que en el origen de la tensión está el aumento de la pobreza, el paro y la marginación entre la comunidad gitana. Según varias encuestas hechas públicas recientemente, el 80% de la población checa admite que no quiere tener vecinos gitanos.

Publicado en el diario El Correo
Autor: Paco Soto

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