Alrededor de 200.000 mujeres que la ONU calcula que han sido víctimas de violaciones en la República Democrática del Congo durante los últimos 12 años de guerra padecen la falta de atención médica o psicológica y recursos económicos. La organización ha asegurado que las afectadas deben recibir una indemnización, además de servicios médicos para superar el trauma y los daños sufridos.
Así lo indica un informe emitido este jueves por el grupo de alto nivel constituido por la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navy Pillay, para estudiar las necesidades de las víctimas de la violencia sexual, convertida en un arma de guerra en dicho país africano. El grupo fue constituido en agosto de 2010 con el objetivo de escuchar directamente a las víctimas de la violencia sexual acerca de sus necesidades.
Presidido por Kyong-wha Kang, alta comisaria adjunta para los derechos humanos, el panel está formado igualmente por Elisabeth Rehn, ex ministra de defensa de Finlandia, y el doctor Denis Mukwege, director del Hospital Panzi de Bukavu, en la provincia de Kivu Sur. El grupo trabajó sobre el terreno entre septiembre y octubre de 2010, cuando se reunió con un total de 61 víctimas, de edades comprendidas entre 3 y 61 años. Entre ellas había mujeres que habían contraído el sida tras ser violadas, otras que habían quedado embarazadas, algunas fueron rechazadas por sus maridos después de sufrir el abuso sexual.
La mayoría de las agresiones sexuales las cometieron militares y miembros de los grupos rebeldes, pero también civiles. "Sus vidas quedaron en gran parte destruidas, y sus sufrimientos físicos, psicológicos y materiales son considerables, y su victimización prosigue después de la agresión debido al estigma que sufren en su familia y en su comunidad", señalan los expertos.
Fuente: EFE
Foto: AFP
Así lo indica un informe emitido este jueves por el grupo de alto nivel constituido por la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navy Pillay, para estudiar las necesidades de las víctimas de la violencia sexual, convertida en un arma de guerra en dicho país africano. El grupo fue constituido en agosto de 2010 con el objetivo de escuchar directamente a las víctimas de la violencia sexual acerca de sus necesidades.
Presidido por Kyong-wha Kang, alta comisaria adjunta para los derechos humanos, el panel está formado igualmente por Elisabeth Rehn, ex ministra de defensa de Finlandia, y el doctor Denis Mukwege, director del Hospital Panzi de Bukavu, en la provincia de Kivu Sur. El grupo trabajó sobre el terreno entre septiembre y octubre de 2010, cuando se reunió con un total de 61 víctimas, de edades comprendidas entre 3 y 61 años. Entre ellas había mujeres que habían contraído el sida tras ser violadas, otras que habían quedado embarazadas, algunas fueron rechazadas por sus maridos después de sufrir el abuso sexual.
La mayoría de las agresiones sexuales las cometieron militares y miembros de los grupos rebeldes, pero también civiles. "Sus vidas quedaron en gran parte destruidas, y sus sufrimientos físicos, psicológicos y materiales son considerables, y su victimización prosigue después de la agresión debido al estigma que sufren en su familia y en su comunidad", señalan los expertos.
Fuente: EFE
Foto: AFP
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