Abdul Hatsí, representante de los sin papeles, precisó que la huelga de hambre se interrumpe debido a que el Gobierno aceptó otorgarles un estatus de tolerancia renovable cada seis meses. Además, se reduce de 12 a 8 años el período que deben trabajar en el país heleno para que se les permita viajar a sus países mientras se continúa el proceso para regularizar su situación laboral. Hace una semana, tras 37 días de huelga de hambre con el suministro sólo de agua y agua con azúcar, un grupo de 62 inmigrantes ilegales decidieron dejar incluso de beber agua, lo que llevó a parte de ellos al borde de la muerte, pero fueron internados en los hospitales locales para evitar daños irreparables en su salud.
Otros siete inmigrantes ilegales magrebíes decidieron hace cinco días abstenerse incluso de beber agua y se negaron también a ser trasladados a un hospital, decididos a continuar con su protesta hasta la última consecuencia. Fuentes gubernamentales confirmaron que este jueves los inmigrantes consumirán la primera comida tras seis semanas de ayuno, y los que aún no la tienen, recibirán atención médica. Pero el ministro del Interior, Yanis Ragusis, alertó de que "Grecia no puede legalizar en forma masiva a inmigrantes ilegales", y que "el país no está en condiciones de aceptar a más inmigrantes".
El comité de solidaridad con los inmigrantes en huelga cifra en medio millón a los indocumentados en Grecia, país cuyas autoridades han solicitado la ayuda de la Unión Europea para frenar el flujo de migrantes a través de sus fronteras, ya que una gran parte de ellos buscan llegar a otros países de Europa. En enero, Grecia anunció la construcción de una valla a lo largo de los 12,5 kilómetros de su frontera con Turquía para frenar la afluencia masiva de inmigrantes.
Fuente: EFE
Foto: Orestis Panagiotou
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