Entre la resignación y la comprensión. Así se están tomando la ley antitabaco los miles de fumadores canarios que, desde el pasado domingo, están en el ‘ojo del huracán’. Pero, más allá de las personas, la nueva normativa ha provocado una revolución en la hostelería, sobre todo entre los adictos a la nicotina, que en pleno invierno han optado por inundar las terrazas para poder disfrutar de un cigarrillo mientras almuerzan o toman un cortado. A su vez, el sector de las estufas exteriores ha visto incrementar sus ventas un 40% ante la crecida de demanda de bares y restaurantes. Las ventanas y la barras en la calle regresan tras años proscritas. Y todo para poder fumar.
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