La ONU ha alertado hoy de que el mundo tiene "una carrera contrarreloj" para evitar una catástrofe en la región del Sahel, donde la crisis humanitaria empeora "a un ritmo alarmante" y ha exhortado a la comunidad internacional a "acelerar el ritmo" de las ayudas a esa zona del continente africano. "Estamos ante una carrera contrarreloj y contra algunas de las condiciones climatológicas más severas del planeta", ha señalado el director de operaciones la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), John Gig, en un comunicado al concluir una misión a Níger, Burkina Faso y Mauritania.
Según Gig, la situación humanitaria en toda la región sigue deteriorándose a un ritmo preocupante "pese a la rápida reacción de los Gobiernos y las agencias de ayuda internacionales", por lo que ha pedido que se redoblen los esfuerzos desde todos los frentes, ya que se trata de "un asunto de vida o muerte para millones de personas". "Es una crisis atroz por su escala y por el grado de sufrimiento humano, y empeorará a menos que los planes de reacción reciban los fondos adecuados", ha añadido el experto humanitario, que calcula en más de 15 millones de personas las afectadas directamente por la grave situación.
Gig ha asegurado que en la región hay más de un millón de niños bajo la amenaza de sufrir "malnutrición severa", y que la crisis se debe al impacto de la extrema sequía que sufre la zona, "sumada al conflicto y la inseguridad" que también afecta a la región. Ha indicado que 100.000 refugiados de Malí buscan en estos momentos refugio en los países vecinos tras el golpe de Estado en su país, mientras que decenas de miles de trabajadores han regresado ya a la zona procedentes de Libia y Costa de Marfil, quienes han puesto fin a las remesas de dinero y han llevado al "colapso" los sistemas de atención de muchas comunidades pobres.
Durante su misión, el experto de la OCHA participó en una reunión con distintos embajadores internacionales, a quienes agradeció las donaciones entregadas hasta el momento por sus países, pero subrayó que los planes de acción sólo cuentan hasta el momento con el 40% de los fondos necesarios.
Fuente: EFE
Foto: AFP
Según Gig, la situación humanitaria en toda la región sigue deteriorándose a un ritmo preocupante "pese a la rápida reacción de los Gobiernos y las agencias de ayuda internacionales", por lo que ha pedido que se redoblen los esfuerzos desde todos los frentes, ya que se trata de "un asunto de vida o muerte para millones de personas". "Es una crisis atroz por su escala y por el grado de sufrimiento humano, y empeorará a menos que los planes de reacción reciban los fondos adecuados", ha añadido el experto humanitario, que calcula en más de 15 millones de personas las afectadas directamente por la grave situación.
Gig ha asegurado que en la región hay más de un millón de niños bajo la amenaza de sufrir "malnutrición severa", y que la crisis se debe al impacto de la extrema sequía que sufre la zona, "sumada al conflicto y la inseguridad" que también afecta a la región. Ha indicado que 100.000 refugiados de Malí buscan en estos momentos refugio en los países vecinos tras el golpe de Estado en su país, mientras que decenas de miles de trabajadores han regresado ya a la zona procedentes de Libia y Costa de Marfil, quienes han puesto fin a las remesas de dinero y han llevado al "colapso" los sistemas de atención de muchas comunidades pobres.
Durante su misión, el experto de la OCHA participó en una reunión con distintos embajadores internacionales, a quienes agradeció las donaciones entregadas hasta el momento por sus países, pero subrayó que los planes de acción sólo cuentan hasta el momento con el 40% de los fondos necesarios.
Fuente: EFE
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