Unos 11,2 millones de brasileños, que corresponden al 5,8% de la población, sufrieron alguna privación grave el año pasado por falta de recursos para comprar alimentos, según datos oficiales. El porcentaje de personas que pasó hambre en 2009 fue bastante inferior al 8,2% registrado en 2004, según el Estudio Nacional por Muestras de Domicilio divulgado hoy por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas.
De acuerdo con el Instituto, 40,1 millones de brasileños (20,9% de la población) estaban el año pasado en una situación de inseguridad alimenticia ligera, 14,3 millones (7,4%) en una situación de inseguridad alimenticia moderada y 11,2 millones (5,8%) en una situación de inseguridad alimenticia grave. El estudio define la inseguridad alimenticia grave como la de las familias en las que adultos y niños sufren por la privación de alimentos, "que puede llegar a su expresión más grave, que es el hambre".
En los hogares con inseguridad alimenticia ligera las familias tienen "alguna preocupación con la cantidad de alimentos a los que accederán en el futuro" y sufren por la mala calidad de su alimentación, y en los domicilios con inseguridad alimenticia moderada sus integrantes "convivieron en los últimos tres meses con una restricción cuantitativa de alimentos". Pese a que los datos indican que aún 65,6 millones de brasileños se preocupan o sufren con la restricción de alimentos o hasta pasan hambre, el número de personas en situación de inseguridad alimenticia fue inferior al de 2004.
El porcentaje de domicilios en que la situación de inseguridad alimenticia era moderada cayó desde el 9,9% en 2004 hasta el 6,5% el año pasado, en tanto que el porcentaje de hogares con situación de inseguridad grave se redujo del 7,0% al 5,0% en el mismo período. En total, 126,2 millones de brasileños (65,8% de la población) tenían garantizada el año pasado su seguridad alimentaria, es decir que no se preocuparon con la privación o con el acceso regular a los alimentos. El porcentaje supera el 60,1% medido en 2004.
Los técnicos del Instituto atribuyeron la mejoría a la reducción del desempleo, el aumento de la renta de los trabajadores y los programas sociales ofrecidos por el Gobierno, que distribuye subsidios a cerca de 13 millones de familias de escasos recursos. El porcentaje de residencias con algún grado de inseguridad alimenticia se redujo del 34,9% en 2004 hasta el 30,2% el año pasado. Los datos indican que las carencias alimenticias en Brasil se mantienen elevadas pese a que, según los datos oficiales, desde que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva asumió su mandato, en 2003, el número de pobres del país se redujo en 19,4 millones y otros 25,9 millones ascendieron a la llamada clase media.
Fuente: EFE
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