Miles de personas se unieron a la Marcha Rusa, una manifestación de
los nacionalistas organizada en el barrio periférico Lublinó de Moscú
para protestar en primer lugar contra los migrantes, a quienes los
ultras acusan de ser los responsables principales del aumento de la
delicuencia y de quitarles los puestos de trabajo. Enmascarados y jóvenes haciendo el saludo nazi y carteles con lemas
del tipo Rusia para los rusos abundaron en la manifestación, en la que
participaron, según las diferentes fuentes, entre 8.000 (estimación de
la policía) y 20.000 personas (cálculo de los organizadores). Aunque en
general la marcha se desarrolló sin excesos, la policía detuvo a una
treintena de jóvenes por "llevar máscaras, gritar consignas nazis y
utilizar símbolos prohibidos".
Las fuerzas del orden reforzaron las medidas de seguridad para esta manifestación y numerosos autobuses con destacamentos antidisturbio y ambulancias se estacionaron en las calles adyacentes a la marcha, listos para entrar en acción en caso de que comenzaran los desórdenes. Las recientes protestas contra migrantes realizadas en algunos barrios -la última provocada por el asesinato de un ruso cometido por un azerbaiyano- terminaron en actos de vandalismo y enfrentamientos con la policía. Como medida de precaución, se decidió cerrar por el día el centro comercial junto al metro Lublinó.
Los nacionalistas han elegido para su marcha el Día de la Unidad, fiesta que se celebra en Rusia el cuatro de noviembre y que fue creada para reemplazar a la que en la época soviética conmemoraba la revolución bolchevique. La idea original de las autoridades de crear una fiesta que uniera a los habitantes de Rusia ha sido un completo fracaso, ya que precisamente los movimientos nacionalistas de diverso tinte -dirigidos principalmente contra la población musulmana y los inmigrantes- se han adueñado de ella desde hace ya varios años. Además de la manifestación ultra en Lublinó, el nacionalista Partido Liberal Democrático realizó asimismo un mitin en la plaza Pushkin, mientras que los cosacos desfilaron en la zona sureste de Moscú.
También en otras ciudades rusas hubo marchas nacionalistas. La posición del líder opositor Alexéi Navalni ante la manifestación ha sido criticada por algunos liberales. Navalni asistía regularmente a las Marchas Rusas desde 2007 y el año pasado fue el primero en el que no participó, oficialmente por tener gripe. En la de este lunes, Navalni estuvo también ausente, pero declaró que apoyaba la idea de la marcha y recomendó a los que estaban vacilantes que participaran en ella. El escritor Borís Akunin, activo partidario del movimiento de protesta contra el actual régimen, comentó al respecto: "Resulta que me equivocaba al creer que la estupidez nacionalista había sido para Alexéi Navalni una enfermedad juvenil de la que ya se había curado. Pero no. Me veo obligado a repetir verdades de perogrullo: en un país en el que viven muchos pueblos, cualquier movimiento político de carácter étnico lleva consigo la amenaza de pogromos e incluso de la desintegración del país".
Publicado en el diario El País
Autor: Rodrigo Fernández
Las fuerzas del orden reforzaron las medidas de seguridad para esta manifestación y numerosos autobuses con destacamentos antidisturbio y ambulancias se estacionaron en las calles adyacentes a la marcha, listos para entrar en acción en caso de que comenzaran los desórdenes. Las recientes protestas contra migrantes realizadas en algunos barrios -la última provocada por el asesinato de un ruso cometido por un azerbaiyano- terminaron en actos de vandalismo y enfrentamientos con la policía. Como medida de precaución, se decidió cerrar por el día el centro comercial junto al metro Lublinó.
Los nacionalistas han elegido para su marcha el Día de la Unidad, fiesta que se celebra en Rusia el cuatro de noviembre y que fue creada para reemplazar a la que en la época soviética conmemoraba la revolución bolchevique. La idea original de las autoridades de crear una fiesta que uniera a los habitantes de Rusia ha sido un completo fracaso, ya que precisamente los movimientos nacionalistas de diverso tinte -dirigidos principalmente contra la población musulmana y los inmigrantes- se han adueñado de ella desde hace ya varios años. Además de la manifestación ultra en Lublinó, el nacionalista Partido Liberal Democrático realizó asimismo un mitin en la plaza Pushkin, mientras que los cosacos desfilaron en la zona sureste de Moscú.
También en otras ciudades rusas hubo marchas nacionalistas. La posición del líder opositor Alexéi Navalni ante la manifestación ha sido criticada por algunos liberales. Navalni asistía regularmente a las Marchas Rusas desde 2007 y el año pasado fue el primero en el que no participó, oficialmente por tener gripe. En la de este lunes, Navalni estuvo también ausente, pero declaró que apoyaba la idea de la marcha y recomendó a los que estaban vacilantes que participaran en ella. El escritor Borís Akunin, activo partidario del movimiento de protesta contra el actual régimen, comentó al respecto: "Resulta que me equivocaba al creer que la estupidez nacionalista había sido para Alexéi Navalni una enfermedad juvenil de la que ya se había curado. Pero no. Me veo obligado a repetir verdades de perogrullo: en un país en el que viven muchos pueblos, cualquier movimiento político de carácter étnico lleva consigo la amenaza de pogromos e incluso de la desintegración del país".
Publicado en el diario El País
Autor: Rodrigo Fernández
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