Los musulmanes gays cuentan ahora con una
mezquita en París para rezar tranquilamente, a pesar de que los imames
consideran la homosexualidad como un pecado. En Francia ya existían mezquitas donde los
homosexuales y los transexuales podían ir a rezar arrodillándose en
dirección a la Meca, como cualquier musulmán, pero tenían que hacerlo
ocultando su orientación sexual. Esto es lo que ha constatado
Ludovic-Mohamed Zahed, un francoargelino de 35 años, fundador de
'Homosexuales musulmanes de Francia', asociación creada en el 2010 que
reivindica más de 300 miembros.
Zahed acostumbraba asistir a los sermones del viernes en la Gran Mezquita de París. Pero este futuro doctor en antropología y psicología dice que se percibe una cierta hostilidad ante la presencia de transexuales o individuos con trajes afeminados en medio de la multitud. "Saltan a la vista de inmediato", explica Zahed, quien está casado con un sudafricano desde hace dos años. Esto lo motivó a crear un lugar donde esos individuos puedan rezar a gusto, sin miradas recriminatorias.
Esta primera 'mezquita gay' en Europa, que su promotor califica de "radicalmente inclusiva", es una sala de diez metros cuadrados situada en la residencia de un monje budista en las afueras de París. Hay centros similares en Sudáfrica, Estados Unidos y Canadá. Ninguna institución musulmana respalda la iniciativa. Numerosos religiosos musulmanes consideran que es una afrenta a la religión. Si bien admiten que hay musulmanes homosexuales, el hecho de abrir una mezquita especialmente para ellos constituye una "aberración", según Abdallah Zekri, presidente del Observatorio de Actos Islamófobos, organismo que forma parte del Consejo Francés del Culto Musulmán.
"Estas prácticas son formalmente prohibidas por el islam, ya que están en contradicción total con lo que dice el Corán", recuerda Dalil Boubaker, rector de la Gran Mezquita de París. En medio del debate en Francia sobre el matrimonio homosexual, un proyecto del Gobierno que será discutido en el Parlamento a comienzos del 2013, la inauguración de esta mezquita no pasará inadvertida. Se teme inclusive que el lugar pueda ser blanco de un ataque de extremistas y por eso su ubicación se trató de mantener secreta.
Autora: Asbel López (El Tiempo)
Foto: Reuters
Zahed acostumbraba asistir a los sermones del viernes en la Gran Mezquita de París. Pero este futuro doctor en antropología y psicología dice que se percibe una cierta hostilidad ante la presencia de transexuales o individuos con trajes afeminados en medio de la multitud. "Saltan a la vista de inmediato", explica Zahed, quien está casado con un sudafricano desde hace dos años. Esto lo motivó a crear un lugar donde esos individuos puedan rezar a gusto, sin miradas recriminatorias.
Esta primera 'mezquita gay' en Europa, que su promotor califica de "radicalmente inclusiva", es una sala de diez metros cuadrados situada en la residencia de un monje budista en las afueras de París. Hay centros similares en Sudáfrica, Estados Unidos y Canadá. Ninguna institución musulmana respalda la iniciativa. Numerosos religiosos musulmanes consideran que es una afrenta a la religión. Si bien admiten que hay musulmanes homosexuales, el hecho de abrir una mezquita especialmente para ellos constituye una "aberración", según Abdallah Zekri, presidente del Observatorio de Actos Islamófobos, organismo que forma parte del Consejo Francés del Culto Musulmán.
"Estas prácticas son formalmente prohibidas por el islam, ya que están en contradicción total con lo que dice el Corán", recuerda Dalil Boubaker, rector de la Gran Mezquita de París. En medio del debate en Francia sobre el matrimonio homosexual, un proyecto del Gobierno que será discutido en el Parlamento a comienzos del 2013, la inauguración de esta mezquita no pasará inadvertida. Se teme inclusive que el lugar pueda ser blanco de un ataque de extremistas y por eso su ubicación se trató de mantener secreta.
Autora: Asbel López (El Tiempo)
Foto: Reuters
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