Javier, mago desde pequeño, visitó el proyecto de cooperación de
Mensajeros de la Paz en Benín y se quedó prendado de esos niños; su felicidad le atrapó.
Habían sido explotados, maltratados, abandonados o sus padres habían fallecido. "Fui con la intención de ayudar y ellos me dieron mucho más. No tenían nada y eran felices".
¿Magia o ilusión?
El entonces universitario se decantó por la magia para recaudar fondos
y, así, ayudar a mantener la ilusión. De esta forma, se creó 'Magia por
Benín', un proyecto solidario con el país africano donde magos de
reconocimiento internacional actuarán en Madrid de forma desinteresada.
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/01/22/solidaridad/1358853506.html
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