Un gran estudio sobre los 
patrones de crecimiento infantil en 36 países en desarrollo considera 
que, contrariamente a la creencia generalizada, el incremento económico 
tiene poco o ningún efecto sobre el estado nutricional de los niños en 
los lugares más pobres del mundo, según las conclusiones publicadas ayer
 por The Lancet Global Health. El análisis, elaborado por investigadores de la Escuela de Salud 
Pública (HSPH) de la Universidad de Harvard, en EEUU; la Universidad de 
Göttingen, en Alemania, ETH Zürich, en Suiza, y el Instituto Indio de 
Tecnología de Gandhinagar, encontró que el avance financiero se asocia 
con pequeñas disminuciones o ninguna en el retraso del crecimiento, el 
bajo peso y la debilidad, todos ellos signos de desnutrición.
"Estos resultados representan un cambio potencialmente importante en la forma en la que pensamos acerca de las políticas para reducir la desnutrición infantil", afirmó S.V. Subramanian, autor principal y profesor de Salud de la Población y Geografía en la HSPH. Hacen hincapié en que centrarse en mejorar el incremento económico no se traduce necesariamente en beneficios para la salud del niño", agregó. "Nuestro estudio no afirma que el avance monetario no sea importante en un sentido general, pero advierte a los políticos acerca de confiar únicamente en los efectos del crecimiento sobre la nutrición de los menores", insistió el autor principal del informe, Sebastian Vollmer, docente asistente de Economía del Desarrollo en la Universidad de Göttingen y profesor adjunto de Salud Mundial en la HSPH.
Los científicos analizaron los datos de muestras representativas a nivel nacional de niños menores de tres años de edad de 121 encuestas demográficas y de salud realizadas en 36 países de ingresos bajos y medios entre 1990 y 2011. Estos expertos midieron el efecto de las modificaciones en el producto interior bruto (PIB) en los cambios en el retraso del crecimiento, el bajo peso y la debilidad. Los resultados no mostraron relación entre el aumento económico y las tasas de desnutrición a nivel de país. Para los niños individualmente, un alza del 5% el crecimiento, bajo peso o estar desnutrido.
Según los autores del trabajo, uno de los motivos puede ser que el incremento en los ingresos podría distribuirse de manera "muy desigual entre todos los habitantes", quedando los más pobres excluidos de todos los beneficios.
Fuente: Europa Press
Foto: Thomas Mukoya
"Estos resultados representan un cambio potencialmente importante en la forma en la que pensamos acerca de las políticas para reducir la desnutrición infantil", afirmó S.V. Subramanian, autor principal y profesor de Salud de la Población y Geografía en la HSPH. Hacen hincapié en que centrarse en mejorar el incremento económico no se traduce necesariamente en beneficios para la salud del niño", agregó. "Nuestro estudio no afirma que el avance monetario no sea importante en un sentido general, pero advierte a los políticos acerca de confiar únicamente en los efectos del crecimiento sobre la nutrición de los menores", insistió el autor principal del informe, Sebastian Vollmer, docente asistente de Economía del Desarrollo en la Universidad de Göttingen y profesor adjunto de Salud Mundial en la HSPH.
Los científicos analizaron los datos de muestras representativas a nivel nacional de niños menores de tres años de edad de 121 encuestas demográficas y de salud realizadas en 36 países de ingresos bajos y medios entre 1990 y 2011. Estos expertos midieron el efecto de las modificaciones en el producto interior bruto (PIB) en los cambios en el retraso del crecimiento, el bajo peso y la debilidad. Los resultados no mostraron relación entre el aumento económico y las tasas de desnutrición a nivel de país. Para los niños individualmente, un alza del 5% el crecimiento, bajo peso o estar desnutrido.
Según los autores del trabajo, uno de los motivos puede ser que el incremento en los ingresos podría distribuirse de manera "muy desigual entre todos los habitantes", quedando los más pobres excluidos de todos los beneficios.
Fuente: Europa Press
Foto: Thomas Mukoya
 
 
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